¡SU TIEMPO TERMINÓ

Moisés Jiménez decidió jugársela ayer martes, lanzando una convocatoria a través de las redes sociales para que todos acudieran al Congreso del Estado a manifestar su repudio en contra del dirigente de la Sección XV del SNTE, Sinhué Ramírez Oviedo. El resultado fue muy diferente a lo que esperaba porque su fracaso fue rotundo.

En la valentía de diez profesores que levantaron pancartas en las puertas del Congreso del Estado quedó todo su capital político que presumió cuando habló de levantar al estado en contra del gobernador Francisco Olvera y todo aquel que pretendiera desconocer su fuerza.

Hasta el séquito que por largos años mantuvo a su vera, que lo mismo le abría la puerta le acercaban el teléfono o llamaba apresurado a los profesores para dar órdenes, ya desapareció, ya ni ellos le fueron fieles a este profesor que durante unos 20 años logró mantener un poder absoluto.

Dentro de esta mesiánica carrera logró configurar a personajes calibrados muy a su estilo para que heredaran ese poder cautivado a partir de las complicidades del sistema educativo estatal.

Mirna García López fue una de ellas, la cual alcanzó a convertirse en la Elba Esther de Hidalgo, tal como la calificaron algunos medios de comunicación de circulación nacional. Su poder se convertía en infinito cuando hacía gala de la amenaza, la prepotencia y el desdén hacía los propios agremiados.

Esta tiranía completada con Alejandro Soto, reinó con manga ancha a partir del chantaje, la exigencia al gobierno estatal y la eterna amenaza de movilizar a los cerca de cuarenta mil profesores como medida para alcanzar sus más caros deseos.

Operando como caja chica montos de hasta mil millones de pesos en cuentas bancarias, este grupo conoció de los excesos a partir de la complicidad de secretarios de Educación Pública, de gobernadores y cuanto auditor se atravesaba.

La riqueza alcanzada por este gremio, que dejó caer la educación pública durante su reinado, se mostraba con gastos onerosos como un “puñado de venados cola blanca” que brincoteaban en uno de los salones que utilizaban para sus fiestas particulares y públicas.

Arrogantes en su actuación, llegaron a exigir al periódico matutino Criterio a que cambiara su línea editorial y dejara de hacer observaciones sobre sus timos y sus fraudes. Bloquearon los talleres y oficinas con cientos de profesores que abandonaron las aulas para mantener su irracional protesta.

Nadie conoció el final de la historia porque de momento levantaron su plantón y se fueron para quedarse callados en esa demanda que nunca fue atendida por tratarse de una empresa particular.

Su riqueza alcanzada en esos años de bonanza ya se ve maltratada por la falta de oxígeno, pues dicen que las fortunas obtenidas de forma ilegal crean gases que terminan matando a sus propietarios.

A la vuelta del tiempo, con el encarcelamiento de Mirna García durante casi dos años, la vida les está cobrando las facturas que quedaron a deber a un gremio que ya no hace caso a sus convocatorias y los deja abandonados y cada vez más solos en su soberbia y su frustración.

Las diez cartulinas mal redactadas que mostraron igual número de maestros en las afueras del Congreso, mostró el actual capital político de Moisés Jiménez, que todavía amenaza con convertirse en candidato independiente para seguir gozando pero sin trabajar.