¡MANO NEGRA!...

POR: JORGE ZAMACONA 

13 DE NOVIEMBRE DEL 2014

Cuando la emoción rebasa la razón,  es el punto crítico donde se debe hacer un alto y analizar  de manera concienzuda los acontecimientos  a nuestro alrededor, porque si no se hace, la pasión envolverá nuestras acciones y el caos puede surgir  por algún costado de nuestra existencia; México vive  en estos momentos una crisis social que  a todos nos debe preocupar; lo acontecido en Iguala Guerrero con los normalistas, debe de poner a pensar a nuestros gobernantes, aquí mismo en Razones, hemos dicho más de una vez que el México actual es muy diferente al de apenas dos años, nuestra clase política  está muy enfrentada, la lucha por el poder se da sin ninguna misericordia, las alianzas entre hombres que ambicionan pleitesías, la delincuencia organizada se fortalece cada vez más y la consecuencia está ante los ojos de todos los mexicanos.

Pero ¿Quién es el culpable de que esto suceda? Muchos argumentan que esto pasa porque nuestro sistema político está agotado, otros que los partidos políticos han perdido vigencia y ya no representan a nadie,  los más, es que al actual gobierno  le hace falta experiencia para este tipo de conflictos; lo cierto es que desde nuestra óptica no coincidimos  con estos dichos ¿Por qué? Mire usted, nuestro sistema político  está hecho de manera exclusiva  para los mexicanos, y no se formó de manera caprichosa, se fue armando gradualmente, desde las siete tribus nahuatlacas que se asentaron en la planicie del anahuatl, pasando por los Aztecas, hasta la llegada de los españoles; la sangre indígena nunca se ha perdido,  de ahí las consecuencias de nuestro destino; somos una raza rebelde, impetuosa, bélica, sabia,  nos adaptamos de acuerdo a las circunstancias, pero no perdemos la esencia, somos lo que somos y de ello nos sentimos orgullosos;  pero ¿Por qué toda esta reflexión? Porque para conocer nuestro futuro y entender nuestro presente, hay que  interpretar nuestro pasado; por eso afirmo que nuestro sistema político es perfectible y hay que adecuarlo a nuestra realidad; el punto dos, nuestra clase política está enfrentada ¿Por qué?, por la falta de liderazgo, el actual gobierno que preside Peña Nieto llegó muy cuestionado al poder, y el error desde nuestro punto de vista, es que los hombres que hoy llevan las riendas  en este gobierno, equivocó la estrategia, pensaron que llegaron a reformar en lugar de administrar como declaró el ejecutivo federal hace todavía unos cuantos meses, porque para reformar primero hay que administrar, hay que saber que cómo están los sectores sociales, cómo piensan  los principales grupos de poder, y cuál es el sentir real de la sociedad,  y es aquí donde este gobierno pecó, porque pensó que con el solo hecho de volver el PRI a los Pinos la gente se iba a doblegar, olvidando que los sexenios panistas dieron libertad y poder a una sociedad sedienta de justicia, y aunque la docena azul descuido lo más elemental que es la seguridad y el cambio de rumbo de las instituciones establecidas durante más de setenta años, la gente aprendió a romper la armonía social si sus intereses estaban en riesgo, ejemplo de ello, Atenco, con Fox, y los miles de desaparecidos con Calderón; Peña Nieto llegó  y se cobijó en el “Pacto por México”, hicieron política solo con los representantes de los partidos políticos, pensaron que estos todavía  controlaban a sus militantes ¡Craso error!, porque los partidos son los entes más alejados de la vida diaria del ciudadano y si bien es cierto que el gobierno priista logró sacar adelante las mentadas reformas estructurales, también logró alejarse del ciudadano común y corriente, del que vota, del que decide, de aquel que acepta las dadivas en tiempos electorales pero sufraga en contra de quien los corrompe; ante todo este marco de referencia les pregunto, ¿lo de Iguala es mera coincidencia o resultado de un gobierno que pensó al igual que en 1994, que México era parte ya del primer mundo? Creo que usted y yo estamos de acuerdo, en nuestro país hay mucha pobreza, ignorancia, corrupción, impunidad e injusticia, y ninguna reforma estructural tendrá éxito si esta se realiza a espaldas de una sociedad hambrienta, pero sobre todo si no la hace suya, porque con ella se beneficia; tan endeble está nuestro sistema político  que con lo acontecido en Iguala puso a tambalear a toda la esfera de poder, quienes se engentaron y le dieron la espalda al hecho más repugnante del México moderno; es muy doloroso lo de los desaparecidos en Guerrero, lastima cómo se narra la forma  en que masacraron a jóvenes los sicarios, y el ponerlo ante los medios nacionales de comunicación la reacción no se hace esperar por una Nación incrédula, repudiando todas las acciones de un gobierno desesperado por convencer a una sociedad que ya no cree en nada ni en nadie; pero ¿Quién es el responsable de todo? La sociedad, la gente que ha dejado hacer y dejado pasar, que no participa, que calla, que tolera, que soporta a malos servidores públicos, la indiferencia ha tomado forma y si hoy el ciudadano permite que personas ajenas a estos movimientos nobles de una sociedad en busca de justicia tomen las riendas como sucedido el día que prendieron fuego a la Puerta Mariana de palacio  nacional, está en riesgo la estabilidad nacional y eso no se debe permitir, porque quienes realizaron este acto bochornoso solo buscan crear incertidumbre e inestabilidad social y eso  no lo debe tolerar el actual gobierno, por lo que hay que castigar con todo el peso de la ley a estos vándalos  que actuaron sin ningún recato,  sin pensar en las consecuencias de su actuar, no deben  tolerarse acciones que empañen el reclamo de justicia de padres y madres que exigen encuentren a sus hijos desaparecidos, porque si así sucede, la mano negra que mueve la cuna de estas acciones buscará a toda costa romper con el equilibrio social que hasta hoy hemos tenido, pero ¿Quién mueve la cuna? Muchos dicen que es fuego amigo, algunos que son enemigos del actual gobierno, y los otros que son grupos financiados por una izquierda radical que busca evidenciar al partido que  tiene el poder ¿Cuál será la verdad? Eso solo lo deben saber los que están  al  frente de esta batalla, en la que la sociedad solo es espectadora y en algunas ocasiones actores aislados en una guerra en la que los ganadores serán los mismos, si la sociedad persiste estar en el limbo…