EDITORIAL

POR: JORGE ZAMACONA 

16 DE OCTUBRE DEL 2014

Los golpes bajos están a la orden del día.  El distrito de Tulancingo siempre se ha caracterizado por los enfrentamientos que se dan cuando se van a tomar decisiones políticas y aunque digan los dirigentes priistas  que la lista va a salir del Comité Ejecutivo Nacional, no pierden oportunidad algunos actores de exhibir a sus adversarios;  queda una vez más demostrado que mientras no se pongan de acuerdo los que aspiran a los cargos públicos de este nivel, diputaciones federales, les enviarán a un foráneo; ojalá que los aspirantes a una curul con raíces profundas en la región  entiendan que el quehacer político se hace con humildad, comiendo sapos y culebras, un poco de caca, y pedir más, pero sin cebolla para que no les apeste la boca;  porque quien quiera llegar descalificando a sus oponentes, no va a lograr nada, al contrario, si llegara a ser  el elegido está predestinado a perder, pues los afectados le darían la espalda, situación que no toleraría el PRI Nacional, pues no correría ese riesgo de mandar a competir con la oposición a un “golpeador” ya que su derrota estaría muy anunciada, pues no supo conciliar con sus oponentes de su propio partido; política, es el arte de comer caca y no hacer gestos, que quede bien claro para aquellos que quieren llegar en base  al desdén.