Joel Guerrero, desorden educativo

03 DE JULIO DEL 2014

César Peña

cesarpesa@hotmail.com, twitter@tesaron y facebook

 

 

El  sistema educativo hidalguense, irremediablemente, ha sido permeado por la grave crisis nacional, con poderes fácticos envileciendo las directrices, secuestrando la pedagogía y montando escenarios  que parecen más para el lucimiento que para la efectividad. Producto de la misma sintomatología, hoy vemos a escuelas donde todo se maneja con carácter político -como si se tratara de partidos-, en vez de aplicar criterios netamente académicos y de desempeño, como  lo habían prometido las autoridades.

                Los 84 municipios de la entidad sufren los estragos de dejar la educación en manos de mercaderes ya ni siquiera educativos, sino en merolicos de la simulación que se han infiltrado en la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo, sirviendo a esas minorías que están paralizando el progreso para sacar, como se dice coloquialmente,  “raja” política y en tanto, que se jodan los estudiantes, los padres de familia y toda la educación.

                Zempoala es quizá el más vivo ejemplo de este desaseo. Enclave neurálgico de varios políticos encumbrados ahora en lides gremiales, la zona escolar 044, como otras de la entidad,  no tiene maestros, directores y todo está de cabeza. Desde las aulas, los maestros están enfocados en seguir dictados políticos, obcecados en obedecer mandatos de “arriba”, que en enseñar. La escuela Justo Sierra, sitio común de escándalos, nuevamente está en la mira ante la abierta ineptitud de sus directivos, el titeretismo de la familia Suárez y la supeditación absoluta de la educación al servilismo magisterial golpista de tiempos precámbricos.

                ¿Joel Guerrero sabe todo esto? Por supuesto, no hay la menor duda y todavía peor si no lo sabe, porque eso demostraría la desinformación que priva en su oficina, sin embargo, este no es el problema, sino en saber cuándo se terminará esta anarquía educativa, que  tiene mil retos, como albergar en la SEPH a auténticos delincuentes que les pagan por hacer tareas sucias. Uno de estos funcionarios se llama Roberto Pérez Valdés, adscrito a la Dirección de Educación Primaria, apoyo a supervisión, quien sustrajo documentos de la primaria Emiliano Zapata para entregarlos a funcionarios que lo esperaban con su ilegal encomienda y que tienen nombre y apellido, como Arquímides Hernández, encargado de conflictos de esa área. Ambos fueron denunciados ante la PGJEH y la Contraloría Interna de la SEPH. Ambos deberían ser separados de sus cargos más quienes los mandaron, sin duda.

                Sólo un inocente puede pesar que la educación puede mejorar con esas política so haciendo juego a los manejos políticos de terceros, premiando a la ineptitud y quitando a unos legos para poner a otros iguales o peores en esos cargos. Secretario de Educación, ¿no puede, o no quiere poner orden en la dependencia que encabeza? ¿es cierto que su patrón está en el SNTE y no en la sociedad?, los hidalguenses y padres de familia lo retan a que lo aclare y lo demuestre.

                Lo que sucede ahora en la SEPH es propio de un juego tan maquiavélico como grotesco. Decenas de maestros y directivos pululan cada mañana para firmar su asistencia, para no hacer nada y firmar de salida para poder cobrar, mientras un número indeterminado de escuelas sufren por la falta de mentores y directivos. Una versión mejorada del reino del revés vivimos en Hidalgo, sin visos de solución en el corto plazo. Unos 700 maestros sufren retención de salarios, pelean en Conciliación y Arbitraje y sólo los menos son aviadores, el resto fueron separados por motivos sin duda políticos. La SEPH y su titular no están ahí para hacer política, se lo recordamos por si lo ha olvidado.

                                               

Cuentas claras: Si la credibilidad del Congreso del Estado estaba por los suelos, ahora va a estar peor, luego de que el jefe de prensa, Florentino Peralta, se ha empecinado en buscar reflectores y pelearse con la prensa so pretexto de que “la nómina está muy abultada”, pero es aquí donde ya no entendimos, ¿a la prensa la tienen en nómina?, porque se supone que hay una partida para publicidad o más bien se referirá al onmipresente embute que cobran reporteros de algunos diarios. Que nos explique bien. 

 

 

* Periodista , investigador y economista