SNTE sección 15, más que poder

27 DE MARZO DEL 2014

César Peña *

 

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Para la realización de obra pública que prescinde de los Comités de Obra. Son cientos de proyectos que se realizan sin el consentimiento y aval de los beneficiados y lo peor, con empresas La guerra declarada entre el líder del magisterio hidalguense, Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo con su padrino y Moisés Jiménez Sánchez, va más allá de una historia de traiciones, de que el primero pateó el pesebre o mordió la mano que le daba de comer. Es un asunto que tiene que ver con plazos y ambiciones de parte de quien fue visto en su momento como el  mejor títere para obedecer ciegamente los dictados del líder moral.

                De entrada, sería incomprensible que hubiera una rebelión secreta, con tanta fuerza como la que ha rugido ahora en pos de diputarle todos los espacios de poder que mantiene Jiménez Sánchez, comenzando desde luego por el sindicato de maestros y el Partido Nueva Alianza, un paquete que comenzó a negociarse de manera independiente desde la caída de Elba Esther Gordillo Morales.

                Era natural que el Gobierno Federal tenía la sartén por el mango, sobre todo porque todos los dirigentes del SNTE en los estados, comenzando por Juan Díaz de la Torre, tienen una larga cola por los mismos delitos que se acusó a la “maestra”, es decir, un manejo discrecional de cuotas sindicales, que sirven para crear ricos cada cuatro años.

                La frase de “perro no come perro”, que una vez dijo Ramírez Oviedo, desde luego que no aplica aquí ni en ningún lugar del magisterio, no por lo menos en esta galaxia. Aquí por el contrario, el perro si come perro y además lo desayuna y cena, sobre todo al ver la forma en que opera la estructura de supeditación que ayer tenía un mecías y hoy tiene un traidor vilipendiado en las calles y redes sociales.

                La disyuntiva era fácil de verse, los que estaban del lado oficial, tenían toda clase de prebendas y hasta futuro político a cambio de no hacer ruido y desmovilizar a las bases con la Reforma Educativa  y los que decidieran sumarse a los trabajadores de la educación no obtendrían mucho y el riesgo de pisar también la cárcel era más que inminente.

                No es difícil saber qué decisión tomó Ramírez Oviedo, que con el respaldo del CEN del SNTE, el Gobierno Federal y algunas autoridades estatales, cree que podrá ganar la lucha a su mentor político y a quien lo creó de no ser más que un simple regidor en un municipio metropolitano como lo es Zempoala.

                Al momento de medir fuerzas la balanza está claramente inclinada de un lado, pero del otro se cuecen ambiciones que se anhelaban desde el inicio de su actual gestión; Ramírez Oviedo ha comenzado a remover a toda la gente del sindicato que proviene de las filas de Mirna García y Alejandro Soto. Sabido es que al asumir las riendas del sindicato, el líder sólo pudo meter a dos de sus incondicionales teniendo que aceptar las cuotas impuestas desde la cúpula vía compromisos.

                Mirna García y Alejandro Soto, alfiles de Moisés Jiménez, son precisamente ahora los que están bajo la lupa al aplicarles auditorías por enriquecimiento            por quien con esto intenta curarse en salud de acusaciones salidas desde su propio bunker. Además es inocente pensar que el ahora líder no está disponiendo de los cerca de 8 millones de pesos mensuales que se allega por cuotas de sus agremiados ni que en el pasado no lo hizo el propio Moisés Jiménez. Incluso, existe una página en la red que detalla presuntas propiedades y riqueza amasada por el llamado líder moral del magisterio en Hidalgo.

Junto a estos cambios obligados a mediados de su periodo, era natural que la permanencia de Ramírez Oviedo tuviera un costo que a decir de los allegados del conflicto, fue más que excesivo, pues entregó no sólo al SNTE, sino también al partido a cambio de inmunidad, un futuro político asegurado, muy probablemente fuera del PANAL y carretadas de dinero.     

                Los movimientos en el tablero magisterial siguen dándose sucesivamente en un conflicto que se avizoraba desde octubre del año pasado, pero que alcanzó su climax hace unos cuantos días en que lógicamente habrá muchos damnificados para la parte perdedora.

 

Cuentas claras: El altiplano hidalguense es un terreno de experimento constructoras originarias de países como Colombia, que en vez de ofrecerles trabajo a los residentes locales en los tiempos que apremia la ocupación, utilizan mano de obra externa, sin embargo, las autoridades tienen una investigación por delante ante esta situación sumamente preocupante.

 

*  Periodista, investigador y economista