EDITORIAL

18 DE OCTUBRE 2012

Todos quisiéramos vivir en un lugar donde reine la paz y la concordia, donde la convivencia fuera en armonía, donde la delincuencia no existiera y las arbitrariedades no se dieran, pero esta aspiración es sólo un sueño, una utopía, no existen ningún lugar del mundo donde todo sea perfecto, pero tal parece que gobiernos municipales en Hidalgo se han aferrado a que esa sea la óptica con que la vean sus gobernados, mejor ejemplo de ello es Pachuca y Tulancingo, donde piensan estos Presidentes que la gente esta ciega, sorda y muda, que todo lo que ellos hagan o dejen de hacer la ciudadanía se los va a celebrar, ¡craso error!, porque ni Eleazar García ni Julio Soto las tiene todas consigo, la gente los observa y analiza, ven con “lupa” lo que hacen a diario, y la verdad las cosas no están resultando como ellos quisieran, al contrario, la gente se molesta cada vez que estos ciudadanos declaran en medios informativos “que todo está bien, que hay obras en sus gobiernos y que toda la gente está recibiendo lo que se merece”, y que al parecer tienen razón, para ellos la gente se merece poco, aunque ellos quieran hacer creer a la opinión pública que sus gobiernos están a la altura de las circunstancias; los dos alcaldes soñadores deberán cambiar sus estrategias mediáticas y dar la cara con mayor frecuencia a la gente común, que es a la que menos atienden y sólo realizan sus eventos con sus incondicionales, en fin, ya vienen las contiendas electorales y ya verán el rechazo que recibirán de electores inconformes...