INTRIGAS

HARTAZGO POLÍTICO

La población respira hartazgo político, no hay avance, el crecimiento no se ve, los jóvenes están sin empleo, la ola de delincuencia en nuestro Tulancingo no se puede detener y ahora mas, cambiando al subdirector de mercados a una área tan delicada como lo es Seguridad Pública, yo me pregunto ¿El Sr. Presidente a que esta juagando?, primero se le ocurre poner a un personaje de dudosa reputación como titular de Seguridad Pública y ahora a otro improvisado, queridos lectores no nos sorprenda si esta situación de seguridad no se frena debido a tales decisiones tan equivocadas. Amigos leyentes los invito a darse una vuelta por el nuevo ayuntamiento para que se percaten de que no sólo el Presidente tiene a toda la familia en el ayuntamiento, sino también a toda la familia de los Regidores. Y ahora nos preguntamos ¿Por qué nadie alza la voz ante tantas y tantas estupideces cometidas por el alcalde panista?, pues porque tiene comprados a la mayoría, esos son nuestros representantes, ¡por favor! O vamos a creer el cuento de que la mujer hecha y derecha de Diana Bayardo haya ahora salido con el disparate de que sufrió un atentado en Tenango de Doria, ¡por favor!, la gente está cansada de estos políticos improvisados que hacen lo que sea con tal de llamar la atención, pero a base de mentiras, a lo que Carlos Salinas denominaba “política ficción”. Quien en su sano juicio querría atacar a esta señora, o ahora nos va a decir que esta tan bien posicionada que los punteros temen que pudiera ganar…

“Todos los mexicanos esperamos un cambio en las elecciones de julio, pues si gana Damián Sosa seguirá solapando las tonterías de este improvisado Presidente Municipal, nuestro Tulancingo no quiere más de lo mismo y rechaza el odio de partidos, enfrentamientos de Diputados que aun no teniendo la razón amedrentan a los medios de comunicación, radiodifusora y partidos en contienda” ¿O acaso ya se nos olvido la forma en que la Familia Soto-Sosa se repartió los puestos políticos? Con el señor Pedro Soto como suplente de Damián, si Damián gana deja al hermanito del Sr. Presidente como Diputado, haber dígame usted amigo lector, ¿acaso somos tan estúpidos como para no darnos cuenta de tal tomada de pelo?, ese es el motivo que decía tener por Tulancingo. Damián se jactaba de haber llamado a comparecer a Jorge Márquez cuando las cosas hondaban mal, pero ¿Y a Julio quien lo va a mandar a comparecer…? Su hermanito, obvio que no.

Se aprecia en todos los sitios a los que llegamos, la gente exige un “ya basta”, el Partido de Acción Nacional prometió un cambio que nunca llegó; y sigue cometiendo errores tanto a nivel federal como local.

“México no quiere más de lo mismo, pide acabar con la inseguridad que a todos los tulancinguenses agobia, la política de riña permanente y reproche cotidiano. Este municipio demanda un líder serio, que sume voluntades, que se proponga un cambio con sentido que beneficie a toda la población”. No es posible mantener esa actitud de encono político y divisionismo que dañan la imagen del Tulancingo en el exterior. Nuestro bello pueblo demanda sensibilidad y capacidad para unir a todos los sectores y recuperar el tiempo perdido.

LIBERTAD DE EXPRESION SECUESTRADA

Llegamos a la conclusión de que la forma más inteligente de mantener a la gente pasiva y obediente es “limitar estrictamente el espectro de la opinión” que resulta aceptable, e impedir un debate realista dentro de este espectro, animando incluso a quiénes sostienen los puntos de vista más críticos y disidentes. Esto da a la gente el sentimiento de que está funcionando el libre pensamiento, mientras que en realidad, y durante todo el tiempo, los supuestos del Sistema están siendo reforzados dentro de los límites entre los que se mueve el debate.

La libertad no existe en nuestra sociedad tulancinguense. Además, las modificaciones constitucionales limitan derechos fundamentales y los ciudadanos tenemos derecho de preguntarnos si esto es justo y racional.

Quienes se quejan de la invalidación de la libre expresión, lo hacen desde múltiples tribunas y ventanales dirigidos a la opinión pública y más especialmente a la opinión publicada ¡Carecemos de espacios donde ejercer esa libertad!

En Tulancingo esta secuestrada la libertad de expresión y el derecho al acceso a la información. Existe consagrado en el artículo sexto constitucional la libertad de expresión, del cual derivan varias leyes que en los hechos adolecen de especificaciones puntuales que definan claramente en qué consiste, cuáles son  las reglas básicas que lo debieran normar, por lo tanto  desde el Senado debemos exigir el impulsar las reformas legales que permitan realmente el ejercicio de este derecho, principalmente  a los reporteros su libertad de expresión, a los cuales no les pueden comprar ni meter a una nomina en Presidencia Municipal para callarse, a todos los ciudadanos, incluida la clase política, las asociaciones civiles y los luchadores sociales, el acceso al derecho a la información en condiciones de equidad.

Es trágica y patética la desinformación que padecemos y resulta que los candidatos del PAN utilizan a la Ultra estación como panfleto informativo, que además de haber omitido la transgresión que sufrió un compañero periodista a manos de un Diputado afín a sus intereses, prefirió omitir la información como en aquel 1968 en Tlatelolco, con creces y a todas luces hacen que no ven los topes de campaña de Acción Nacional.

Son los comunicadores propiamente los responsables de esta situación, al igual que es el Estado el que tiene secuestrado el derecho a la información y el derecho a la libertad de expresión y que “es un problema grave en Tulancingo, es grave para la democracia y para la sociedad”.

Existe una convicción   muy profunda del ciudadano  sobre qué se está jugando en esta elección, entre otras cosas, la calidad de vida  y los derechos humanos de las generaciones por venir, los jóvenes, las niñas y los niños. La gente tiene claro la necesidad de cambiar el modelo económico y acabar con la corrupción, sabe que la responsabilidad de los niveles de pobreza, desempleo, inseguridad y violencia obedece a una forma de gobernar que está representada por los partidos políticos, y por eso no confían en sus respectivos candidatos.