EDITORIAL

02 DE MAYO DEL 2013

En Hidalgo las candidaturas independientes están por legislarse, esto le dará un nuevo rostro al oficio político, pero sobre todo a la democracia que no es otra cosa que el poder del pueblo, el gran dilema es que la ciudadanía está muy ciscada por tanto improvisado que ha usado el eslogan “candidato ciudadano” y la triste realidad es que solo ha sido un dicho para obtener el poder, y después cuando ya hace realidad su aspiración, de quienes menos se acuerdan es de la ciudadanía, el mejor ejemplo de ello es el ya famoso panista Julio Soto Márquez, quien primero enarboló la bandera del PRI para ser candidato a la alcaldía municipal y al no lograrlo hizo su “berrinche” y se fue a entregar a los brazos del partido del Sol Azteca, al fracasar en su segundo intento, se refugió en el Acción Nacional, y al lograr su objetivo, como ya no le quedó otro partido a quien traicionar, se dice hoy “presidente ciudadano”; este será el gran reto para los futuros aspirantes independientes, hoy un doctor aspira a un cargo de elección popular, un rostro nuevo dentro del argot político, otro discurso y otras propuestas, otra manera muy fresca de decir las cosas, los electores tendrán opciones y ojalá no se equivoquen…