¡JULIO SOTO NOS ESTÁ CANSANDO...!

07 DE MARZO DEL 2013

POR: JORGE ZAMACONA

¡Llegó el trenecito, y todo cambio! Nos dicen comerciantes, dueños de estacionamientos y locatarios de los mercados públicos de Tulancingo ubicados en el centro de la ciudad; existe una marcada inconformidad en la gente que está siendo afectada por Julio Soto, los argumentos son muy simples, nos dicen en una reunión con un grupo de comerciantes del centro el pasado sábado por la noche en uno de los negocios de la calle Zaragoza; mira, comentan, el cierre de las principales avenidas de acceso al Jardín La Floresta, como son Zaragoza, Colegio Militar e Independencia nos está afectando en nuestra economía, nos dice un encargado de un estacionamiento, a nosotros, dice otro, nos afecta en las ventas de los productos que expendemos como son helados y café, y nos bajó la venta de ropa, levantó la voz un empresario de Tulancingo; estas son las quejas de los que temen dar la cara porque dicen que si lo hacen serán reprendidos por la actual administración panista que encabeza el Joven Julio Soto, quien ha dado indicaciones precisas que quien se oponga a la orden que dio de cerrar el primer cuadro de la ciudad, tendrá que asumir las consecuencias, la pregunta obligada fue ¿Y qué les puede hacer? Por ejemplo dijo uno, si yo me opongo públicamente a que tenga su trenecito, me retiraría las mesas que tengo afuera de mi negocio, y a mí, dijo otro, estoy amenazado a que si encabezo alguna manifestación en contra de lo que él ha dispuesto, me cierra el estacionamiento ¿Por qué? ¿Qué no tienes el permiso para la autorización? Sí, pero siempre le buscan a uno cualquier pretexto, y la verdad, si nos buscan nos encuentran y no nada más a mí, sino a casi todo el comercio que hemos caído en la apatía de no regularizar nuestros papeles, y debemos aceptar que eso ha sido nuestro error y Julio Soto sabe de nuestros errores y en eso ha basado su poder para subyugarnos a sus caprichos y berrinches, beneficiando con ello a su familia, pues este trenecito le fue donado a la dependencia que preside su esposa, lo que ha sumado un bien más a los muchos que el DIF administra y no rinde cuentas ni al cabildo, ni al pueblo. ¡Pues a ustedes los tendrá dominados, pero a mí no!, dijo una voz, fuerte y firme, “yo cumplo con todos los requisitos que pide Reglamentos y Mercados”, entonces, ¿usted declare? Lo cuestionamos, ¡No! Yo no tengo porque echarme de enemigo a la familia de Julio Soto, tengo familia y la verdad yo lo hago si todos actuamos juntos, porque ya ven lo que sucedió con Luis Barrera, que dicen que lo amenazaron de muerte y por ello esta calladito, antes Luis estaba pendiente de nosotros y ahora lo buscamos y ni el teléfono nos contesta, mire usted, todos aquí hablamos y nos quejamos, pero todos también tenemos miedo, y no miedo de que nos vayan a matar, porque no creo que las cosas lleguen a ese extremo, aunque algunos de los aquí presentes, argumentan que la familia de Julio Soto es peligrosa, no creo que eso suceda, al decir “tenemos miedo”, es porque no queremos vernos involucrados en conflictos que vayan a ocasionar un enfrentamiento del cual nos vayamos a arrepentir después, pues muchos de nosotros ya somos mayores y tenemos hijos que no van a permitir que nos agredan.

Yo quiero hacer uso de la palabra, dijo un conocido locatario, a nosotros desde que se cerró el primer cuadro de la ciudad, las ventas han bajado en los dos mercados hasta un 50%, hablamos con el administrador del mercado y nos dijo, que si hacíamos pública nuestra inconformidad, nos iba a exigir que cumpliéramos con los requisitos que hoy no tenemos en regla y nos aconsejaba que mejor nos calláramos si no queríamos meternos en problemas, y la verdad, no sabemos hasta cuando lo vamos a aguantar, claro que por lo pronto no sabemos a quién buscar para que nos abandere, pero si no encontramos y Julio Soto sigue empecinado en cerrar el primer cuadro de la ciudad, nos organizaremos y nos atendremos a las consecuencias, porque mientras él se beneficia con su trenecito, nosotros no sacamos ni para pagar a nuestro personal el domingo y nuestro producto se nos queda y nos caduca o se nos pudre. Pero, qué podemos esperar nosotros, dijo una señora comerciante que al igual que los demás pide no mencionar su nombre, sí, a la iglesia Julio Soto la tiene amenazada a que se calle o le cierra el estacionamiento, que dice el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) tiene entre “ceja y ceja” la clausura del negocio de estacionamiento de la iglesia, porque deteriora la estructura de la Catedral por los gases que emanan de los automóviles que ahí se guardan, y por eso le tiene callada la boca a los padres que se encargan de la administración de este centro religioso.

Hasta aquí le paramos, esperando que el presidente panista piense bien lo que está haciendo, porque si a alguna conclusión se llegó en esta reunión fue, ¡JULIO SOTO NOS ESTA CANSANDO…!