Trama grotesca en la sección XV del SNTE

Todavía a estas alturas, muchos distraídos y fanáticos en la estructura educativa local creen que realmente hubo un conflicto entre el dirigente del magisterio en la entidad, Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo y su tutor político, Moisés Jiménez Sánchez. Al paso del tiempo, la realidad ha desmentido esta artimaña casi infantil; se generó un brete artificial con el único objetivo de limpiar el sindicato y las filas del Partido Nueva Alianza, de la gente de la ex lideresa Mirna García López y los restos del también otrora poderoso líder Alejandro Soto.

                La transición al interior del SNTE hubiera sido miel sobre hojuelas de no ser porque García López, a quien se le vinculó sentimentalmente con Jiménez Sánchez, se negó a aceptar que los puestos en el  sindicato tienen la misma caducidad que los cargos en un partido,  tiempos que la lideresa quiso desconocer, buscando enquistarse en ese lugar con toda una estructura de lacayos que en las posiciones de jefes de zona, supervisores, directores y cientos de mentores, desarrolló hábilmente  en su favor.

                Esta rebelión de la mujer, no gustó al líder moral del magisterio, que no encontró otro remedio a este inminente riesgo de golpismo, que idear una salida con altos costos políticos que bien medidos,  le garantizara sanear el gremio  antes que pactar cualquier prorroga con García López, que ya era insostenible para la organización y además, un obstáculo para el empoderamiento del gris líder  que venía siendo el pusilánime Ramírez Oviedo.

                Rápidamente, se giraron instrucciones para que la gente de la mujer, dejara sus cargos en el sindicato y pronto, se hizo lo mismo con sus incondicionales en los puestos claves de la esfera educativa, que fueron sustituidos por gente de Ramírez Oviedo, que con escaso personal de confianza a su alrededor, llenó estas posiciones con quien pronto se postrara frente su trono. 

                Para hacer creíble el teatro, se puso en marcha toda una estrategia de choque, en que se dividió al magisterio como si se tratara de un juego electoral. Este rompimiento en favor de Moisés o del secretario, sirvió para distraer la atención de la verdadera damnificada, cuya carrera política se terminó, junto a la de sus 8 hermanos, sobrinos e hijos que logró colocar como directivos con dos o tres plazas.

                Es evidente que el show sirvió para desviar lo que en realidad tramaron la dupla, que para forzar a García López a cualquier acto de resistencia, inventaron una falsa auditoría, mientras ponían a prueba las lealtades en los niveles medios y bajos, sembrando discordias y enrolando en el vandalismo y la grosera abyección,  a la gente que se sumaba a los frentes presuntamente rivalizantes.

                Ríos de sumisión aparecieron a lo largo y ancho del estado para alienarse con “el bueno” y evitar represalias como cambio de lugar de trabajo o bien, perder alguna de las dos plazas y hasta ser relegado en cuestiones políticas. Fino fue el manejo para esta cuestión, de tal forma, que muchos siguen creyendo que en realidad existió una ruptura en que las huestes de Jiménez Sánchez, pese a ser mayoría, jamás intentaron, ni de broma, confrontarse a las de Ramírez Oviedo, por el contrario, el llamado fue a la cordura y a que el líder actual “entraría en razón algún día”.

                Este uso faccioso de la educación es denigrante, sobre todo cuando la Reforma Educativa nos había prometido que se acabarían estas prácticas, pero hay que recordar que Hidalgo es uno de los 10 estados que no ajustaron sus leyes locales al espíritu de dicha Reforma y por lo tanto, pueden –y como se ve-, harán caso omiso al retiro de aviadores, comisionados y toda la vieja estructura clientelista al servicio del Partido Nueva Alianza, que quedó intacta gracias a la sumisión del magisterio que fue fácilmente domesticado para aprobar estos cambios federales.

                Los que se fueron a arrodillar a Ramírez Oviedo durante estos días, el nuevo rey ahora sí, con corona,  tienen garantizados sus empleos y sus jugosos salarios para los siguientes cuatro años, mientras que en apariencia, para los contrarios, a los que sería lógico suponer el exilio magisterial, existen planes similares mientras las aguas recuperan su cauce.

                En medio de la administración de este “problema”, los alumnos son los únicos perdedores de los movimientos que iniciaron desde hace casi un mes, con maestros y directivos que han obligado a suspensión de clases en algunos puntos de la entidad, ausencias y falta de personal que a diferencia de Oaxaca, no sale en las noticias ni tiene connotación negativa, pues se trata de los hijos obedientes del SNTE.              

                Hasta los medios de comunicación estuvieron prestos a dar cuenta del falso conflicto, legitimando de manera mediática lo que los ingenieros ideológicos de la educación diseñaron para entretenerse jalando los hilos tras bambalinas y divirtiéndose de la manera más maquiavélica que puede existir al poner en riesgo la estabilidad laboral de los trabajadores de la educación.

 

Cuentas claras: Mientras los legisladores federales siguen fingiendo demencia – algo que les sale muy bien -, respecto a las leyes secundarias en materia de Telecomunicaciones, y sobre todo en cuanto a  quien autorizó el cambio en el texto para permitir la censura en internet, en la red social twitter ya se puede leer algo que reza “aplicación bloqueada por motivos de seguridad nacional”, luego de que la etiqueta #EPNvsinternet, estaba en su máximo apogeo. Lo peculiar de la situación es que tal veto a la libertad ni siquiera se ha autorizado.

 

* Periodista, investigador y economista