EDITORIAL

16 de mayo del 2013

Decía Miguel Ángel de Quevedo “hay aves que cruzan el pantano y no manchan sus alas, yo soy de esos”; palabras aleccionadoras de este gran poeta, lástima que algunos políticos no hayan escuchado bien el contenido, y digo escuchado en lugar de haber leído porque muchos ni han escuchado menos leído estas frases ¡Y claro!, quizá aunque las conocieran algunos no dimensionan los conceptos profundos de lo que ello significa, y el mejor ejemplo de ello la estrella de la ineficiencia Julio Soto, quien cada vez que ha tenido la oportunidad de “manchar sus alas” lo ha hecho sin ningún rubor y en estos momentos no es la excepción, ya que está induciendo el voto del 7 de julio a favor del regidor del PANAL, lo que confirma los dichos de muchos personajes de la política que lo están aprendiendo a conocer, es “traidor”, es un joven de un doble discurso, sin definición política ni carácter que le dé una personalidad consistente digna de fiar; Julio Soto no aprende ni aprenderá, su falta de criterio en cuestiones políticas ha provocado inestabilidad a su administración y como consecuencia repercusiones en su gobierno, dañando sin precedente alguno a la sociedad tulancinguense; los días que están por venir serán muy decisivos para este personaje nacido en Jaltepec, pues al primer error que cometa en las próximas elecciones su debacle será contundente, ojalá que este joven medite, reflexione y se mantenga al margen de la próxima contienda por el bien del municipio que gobierna.