EDITORIAL

07 DE JUNIO 2012

Hoy muchos están de fiesta, celebran la “libertad de expresión” y se olvidan de los que por haberla ejercido están bajo tierra; ¡libertad de expresión!, derecho del ser humano que ha sido negada a miles de mexicanos, ¿quién no recuerda al “usurpador” Victoriano Huerta, cuando mandó a cortar la lengua a Don Belisario Domínguez?, cuándo ante el congreso lo acusó de ser un asesino, aunque usted no lo crea hubieron legisladores en aquella época que aplaudieron tal hecho rindiéndole pleitesías al “usurpador”, de ese tamaño existen hombres que viven callando, manipulando la información, ¡que se dicen demócratas, humillan a los que a diario buscan las noticias para ser difundidas!; aquellos que están metidos en medios informativos y con dádivas quieren mostrar ante reporteros su “amor” al postulado, que como derecho tenemos los mexicanos, hablar y escribir con libertad, cuando ellos la mancillan, por ejemplo, en Tulancingo habrá desayuno y obsequiaran, dicen, computadoras y pantallas a reporteros, como queriendo comprar con ello la complicidad de callar lo que no convenga a los intereses de estos EXPLOTADORES que se enriquecen sin ningún pudor, ¡cediendo el contenido de sus empresas a los poderosos!; México vive una crisis de credibilidad y lo estamos viendo en estos nuevos tiempos en que la misma sociedad está harta de tantas componendas a sus espaldas, los jóvenes toman la calle, expresan su sentir, ante estas acciones muchos no quieren darse cuenta que este país es otro, que los tiempos de “echar cuetes” ya pasó, y que ahora hay que “levantar las varas”.

Hace algunos años, en un recorrido de un secretario de Desarrollo Social de la entidad de nombre Federico, invitó al terminar a un almuerzo a sus acompañantes, incluyendo a los medios informativos a un evento, al llegar al sitio de tal evento, las mesas ya estaban puestas y muchos que íbamos en aquel recorrido de los medios se sentaron pensando que tenían un espacio en el lugar, ¡decepción! Los levantaron de sus lugares y los mandaron a la cocina, de ese tamaño es el trato que muchos les dan a reporteros; por eso, hoy muchos celebraran y algunos, de los muchos, se deberán dar cuenta que el daño a los informadores, reporteros y comunicadores no lo hacen, solo los “políticos”, ni los poderosos, sino los grandes empresarios que humillan y obligan a decir una u otra cosa en contra de tal o cual personaje, si no lo haces, te quedas sin trabajo, a la hora de las negociaciones el “hilo se rompe por lo más delgado”, te canjean o te entregan, así que los festejos como “la libertad de expresión” que hoy muchos brindan, debería de empezar desde las casas editoriales, donde se debería anteponer los intereses financieros a “la libertad de informar a la sociedad”, sin que medie el concepto aquel de “así déjemelos, no me los avive” porque la casa pierde... ¡Cinismo en su máxima expresión! ¡Pero ellos son los poderosos!, aunque se informe pura basura...