EL ROSTRO DE LA DERECHA REACCIONARIA

26 DE ABRIL DEL 2012

Desde el año 2002, los campeones de la democracia mundial, Estados Unidos, han escuchado de parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del cual por cierto fueron excluidos, que se debe levantar el embargo económico a Cuba, debido a que no tiene razón de ser, al ser una medida unilateral.

Sin embargo, diversos gobiernos como el de Bush, Clinton y ahora el de Barack Obama al que se le fincaron grandes expectativas de cambio mundial al buscar mejorar sus relaciones internacionales y retirar esa mala imagen que se tiene de ellos al iniciar un proceso de reconciliación mundial, insiste con esas tonterías de que seguirá el embargo económico hasta que Cuba se democratice.

Para sorpresa del Tío Sam, la isla, es el país más democrático del mundo al no dejar a uno solo de sus habitantes morir de inanición pese a sus difíciles condiciones, y se ocupa de que todos los niños y jóvenes terminen la universidad, algo que no pasa en Estados Unidos donde estudia quien tiene un fondo de 100 mil dólares o una beca, de lo contrario están condenados al analfabetismo y al trabajo obrero.

Este discurso sobre las libertades individuales y políticas, sobre el que siempre se ha montado occidente, cae por su propio peso al preguntarles a los estadounidenses si su falsa alternancia presidencial y su sistema político les ha redituado en una paz duradera. La respuesta será, sin duda, de que el terrorismo los amenaza, pero ese terrorismo es propiciado en casa y se crea la idea de que está en el exterior; mantener vivo al enemigo ha sido siempre la mejor estrategia unificadora de una Nación carente de raíces.

Pero si es a la democracia política a la que se refiere Obama, su país es el que menos debe presumir, al tener gobiernos demócratas y republicanos, y hacer que juega la reducida izquierda a través de partidos casi subterráneos que en realidad no tiene posibilidad alguna de disputar el poder y de tener el control de la política nacional. Es una simulación extraordinaria en la que creen que participan todos los ciudadanos.

El meollo para los estadounidenses es que la democracia representada en elecciones y cambios de gobernantes garantiza un mejor nivel de vida para la gente, porque les ofrece la capacidad de decidir. Tales cambios y la existencia de elecciones entonces significaría la eliminación gradual de la pobreza y la eliminación de las brechas sociales, sin embargo, no es así.

Por el contrario, países como México que han asumido la alternancia, siguen hundidos en la miseria (la tercera parte de su población); sólo un 5.7 por ciento de la población con alto poder adquisitivo es la que accede al consumo mientras más de 70 millones de ciudadanos viven en pobreza alimentaria.

Comprar esa falsa idea de los estadounidenses de que la democracia y las elecciones son la solución a todo, es sólo para legos. Su propio país sigue con más de 12 millones de personas sin hogar y casi 27 millones de analfabetas, además de millones de personas que en la clandestinidad trabajan y sobreviven como migrantes sin derechos de ningún tipo, amén de los desempleados, los marginados, y ahora los que la crisis dejó materialmente en calzones.

¿Por qué no refrescarle la memoria a Obama de que en EU no sólo se violan los derechos humanos de los migrantes, sino también de sus propios ciudadanos, a los que se somete a un acoso sin límites en pos de su seguridad, y además, se violan los derechos humanos en el extranjero? Ahí están Abu Ghreib y ahora Afganistán, vergüenza mundial que deberían ser llevados a la ONU para que sean castigados como crímenes de guerra.

El problema de EU, ha sido siempre que desde que llegó a Cuba Fidel Castro, su hermano Raúl y la revolución, se terminaron las oportunidades para las empresas norteamericanas, que ahora, como con la expropiación en Argentina de una petrolera española, hablan los intereses transnacionales.

Eso jamás lo han perdonado los yanquis y por eso han seguido con un bloqueo generacional que transgrede el derecho internacional y abre la interrogante, sobre si Obama, el líder de la democracia mundial dejará de aplicar una política injerencista y asfixiante sobre quien tiene el derecho a la libre autodeterminación y no desea la nefasta vía capitalista.