EDITORIAL 

25 DE JUNIO DEL 2015

 “La política es el arte de hacer posible lo imposible” dicen los que le saben a este oficio, pero claro que no siempre las cosas salen como quieren los interesados, por más esfuerzo que hacen  por lograr sus objetivos, en política comentan algunos “las matemáticas no funcionan”, y que “dos más dos no son cuatro”, “cosas de la aritmética” diría  algún despistado, pero lo importante de este tema es que no siempre llega a los cargos el más osado, el mejor, el idóneo, por lo regular en este oficio  las decisiones se dan a favor del  llamado “más débil”, quien cuando se ve embestido de poder cambia su actitud y sus acciones, es la regla general en política, y se equivoca quien piense que si deja en su lugar al más débil lo va a poder manipular  con facilidad,   la historia de grandes hombres nos confirma esta regla, quienes se dicen traicionados porque  su sucesor no escucha sus “consejos”, grave error de quien pone en práctica esta situación, porque el poder no se comparte nunca, quizá se delega, pero quien manda, manda en su tiempo, su poder no es  eterno, y esto es lo que algunos políticos no han entendido que la lealtad termina cuando se deja de depender de quien manda…