INTRIGAS

26 DE JULIO 2012

XOCHILT LA REYNA DEL PACIFICO II

A lo mejor soy yo, pero tenía la sensación de que en muchos medios de comunicación la noticia era “¡Que no había noticias!”, que no pasaba nada, que tras terminar las elecciones, había que irnos de vacaciones y prepararnos para los Juegos Olímpicos. Pero, después escuchar la entrevista de Xòchitl Gálvez con Ciro Gómez Leyva, la arrogancia de la ex candidata PANISTA: “La nota soy yo, y yo no he hecho nada”; consideró que la captura de su hermana, Jaqueline Malinali, involucrada con una banda de secuestradores, quedó en segundo término, porque pareciera que la nota es ella, y mire amigo lector, si se trataba de ayudar a la hermana, pues nomas no la ayudó. Continuó diciendo: “Estoy aquí dando la cara, porque realmente yo no he hecho nada”; lo único que pido es que “ni a mí, ni a mis hijos se nos enjuicie por algo que no hemos cometido; ella es la responsable, ¡no yo!” Lo que podemos deducir que a lo único que fue a Milenio Televisión, fue a limpiar su imagen para su próxima candidatura a la Diputación Local, porque aunque diga que no le interesa, la verdad a los políticos “PANISTAS” ya no les creemos nada, Y MUCHO MENOS a Diana Bayardo.

Destaca además, que le llama la atención la forma en que se tratan las notas, pero lo que no recuerda es que ella nos vino a vender la idea de que es una mujer “CHINGONA”, que es “la gallina de los huevos más grandes de Hidalgo” y ahora vemos con tristeza que sí; ¡que huevos para ser Judas y negar de esa forma a su propia sangre!

Declaró además: “No tengo de qué avergonzarme”, “yo no he cometido ningún delito”, “yo he llevado una vida de honradez”; pues sí, pero es una figura pública, y al igual que el “Niño Presidente”, todo está bajo el escrutinio público de la sociedad. Que todo lo que pase a su alrededor será fríamente criticado, si no le gusta esa situación, que dejen de ser políticos.

Explicó que su hermana “es una mujer que vive al día, hasta donde yo sé no tenía para comprar los boletos de la graduación de su hija está semana”, dio a conocer, que les cortaron la luz porque no les habían pagado. No tenía dinero, su esposo es taxista, y dice que no tiene de que avergonzarse. Yo creo que sí amigo lector, si nuestra hermana no tiene dinero para la luz, o para la graduación de nuestra sobrina y tenemos las posibilidades económicas (empresas, comercios, y cuentas bancarias), dígame ¿Le ayudamos o no? Lo que podemos evidenciar es una desintegración familiar ¡Muy triste!, y esa mujer quería ser Senadora, velar por los intereses de los demás, si ni por su hermana podía velar, y ahora que la puso “en el ojo del huracán”, menos. Pues ella dice: Se desconectó tras seis meses de una intensa y ardua campaña política en Hidalgo… ¿Usted la vio haciendo campaña? Yo no.

Justificó también, que no le afecta que su hermana sea secuestradora, pero si así lo prueba la autoridad, sería lamentable y tendría que pagar las consecuencias, aunque destacó que pediría un juicio justo. “Sin embargo, confió en que demuestre su inocencia, salga de esto y sea una lamentable confusión”; confusión que menciona como “guerra sucia”, a lo cual le recordamos, “¡Xóchitl el periodo electoral ya terminó!, aunque para ti como perdedora ¡No!” Y le recordamos además que quien aprehendió a su hermana fue la PFP, la cual está a cargo del gobierno federal, que para su contradicción, es PANISTA.

¡Ohhh y ahora quien podrá salvar al “Niño Presidente!”, cuando su madrina está acabada, ¡Yo! “El Chapulín Colorado”, ¡noooo amigo lector, Fernando Pérez Rodríguez!, o acaso no escuchó la bella reconciliación el pasado martes en su noticiero, casi lloro de la emoción de ese bello reencuentro.

Pero regresando al caso de la “chingona” Xóchitl, asimismo puntualizó que si hay pruebas contundentes no era necesario golpearla, aunque reconoció que es gravísimo el delito: “Yo jamás toleraría una cosa de este tipo”.

Gálvez señaló que la tratará de apoyar en la medida de sus posibilidades para que tenga un abogado, (pero que como no tiene dinero, que pues apoyará con lo que se pueda) y un juicio justo.

 

EL RECUENTO DE LOS 132 DAÑOS

 

Hoy, más que en las mismísimas campañas electorales quiero hacer mención, que están pasando cosas, y no me refiero a estas notas sensacionalistas con las que muchos medios han pretendido rellenar sus espacios.

Me refiero a la guerra que se está viviendo en las calles, a los temas que no han dejado de circular en las redes sociales, al problema a nivel instituciones que estamos padeciendo y a la bronquísima que le espera al próximo Presidente.

Perdón, pero a mí se me hace una falta de respeto que estemos más preocupados por los Juegos Olímpicos que por las marchas en la Ciudad de México y la delincuencia en Tulancingo.

Qué lindos nuestros medios y nuestros periodistas que se “cansaron tanto” cubriendo las campañas y las elecciones en los primeros meses, qué padre que se vayan a divertir a Londres 2012.

Pero aquí la cosa está que arde, se supone que nuestro oficio (el periodismo) es un sacerdocio y si no se cubre como se debe lo que está pasando, ¡al rato que nadie se queje de atentados, bloqueos y situaciones peores! Es como si a usted amigo lector se le rompe un brazo, va con el médico, y el señor, en lugar de atenderlo, ¡se pone a platicar con sus amigos! ¿A poco usted va a decir?: ¡Ay, pobrecito, está cansado! ¡Por supuesto que no! Usted está viviendo una emergencia, necesita que lo atiendan y para eso está pagando.

Ya no podemos jugar a “tapar el sol con un dedo” como hace 6 años, hay varias multitudes que están esperando explicaciones en diferentes puntos de la nación y hay que dárselas, Pero hay que dárselas bien, directo, no a través de discursos abstractos o de justificaciones insólitas.

El que nada debe, nada teme, los primeros interesados en resolver los conflictos de rencor y desconfianza que estamos padeciendo no son Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores, deben ser el IFE, el PRI y Enrique Peña Nieto.

Me encanta que estén trabajando en tantas cuestiones tan productivas pero, ¿qué les cuesta dar la cara y, en caso necesario corregir? Estas tres instancias tienen ante sí una maravillosa oportunidad histórica de legitimarse, de consolidarse y de convertirse en las instituciones y las personalidades más queridas de México.

Y no sólo la están dejando morir, si no se mueven pronto, van a despertar más rencores de los que han despertado en las últimas semanas, Peña Nieto llegará al poder con demasiadas polémicas y México corre el riesgo de repetir el pavoroso esquema de recepción que se le dio en 2006 al entonces nuevo Presidente.

Nada más el tema Ferriz de Con, era como para que el PRI hubiera hecho algo muy enérgico, pero nada, ¡se quedó callado! ¿Qué fue lo que pasó? Que don Pedro renunció a Cadena Tres Noticias, su noticiario de televisión, pero lo hizo de una manera tan sospechosa y en coincidencia con unos videos tan críticos que aparecieron en internet, que la única conclusión a la que usted o yo podríamos llegar era que se trató de un acto de censura por parte de Enrique Peña Nieto ¿Censura? Si el PRI hubiera querido censurar a Ferriz de Con, lo hubiera desaparecido de la industria. El señor se fue de su noticiero pero sigue triunfando tan contento en la radio de esa misma empresa.

¿De cuándo acá te censuran y te quedas en la misma empresa? No olvidemos el caso de Carmen Aristegui ¿Quién le dice a usted que don Pedro no se peleó con sus jefes de tele, como se ha peleado tantas veces con tantas personas, por algo tan obvio como la muy mediocre cobertura noticiosa que le ofreció a ese canal en un momento tan importante como el 1 de julio? ¿Y quién apareció como el villano de esta historia? Enrique Peña Nieto.

Y éste es sólo un ejemplo de los muchos que le pude haber dado. ¿Se da cuenta de todo lo que don Enrique, el PRI, el IFE, Felipe Calderón, los medios y muchas otras instancias están dejando ir por su ausencia de visión? No es posible y por lo mismo, esto se va a poner peor ¿A poco no? Por otro lado se equivoca quien crea que una vez que el Tribunal Electoral declare la validez de la elección presidencial, López Obrador se irá al rancho de singular nombre. El tabasqueño continuará en la política; queda por saber si estará en primer plano o en los márgenes, si seguirá encabezando a la izquierda o si hará de Morena un partido que le asegure la candidatura Presidencial por tercera ocasión. La elección pasada acumuló más votos que en la de 2006, aunque la diferencia con el primer lugar fue considerablemente mayor. López Obrador y los suyos deben saber que la elección está definida.

 

MALOS GANADORES, BUENOS PERDEDORES

 

Sin duda la democracia mexicana necesita elevar la calidad de sus perdedores. Se requieren perdedores que acepten, sin chistar los resultados que muestren las instituciones electorales que tanto nos han costado, en dinero, en tiempo y hasta en 

Es de suponer que en Suiza, por ejemplo, quien pierde en un proceso electoral se tarda unos cinco minutos en reconocer su derrota, (al igual que Josefina Vázquez Mota), otros cinco minutos en felicitar públicamente a su rival vencedor y otros cinco para llamarlo con el fin de felicitarlo en privado. Nada de eso sucede en ésta nuestra democracia en vías de subdesarrollo. Esa es una verdadera desgracia y un lastre para nuestro acelerado subdesarrollo. Hasta deberíamos pensar en importar a los perdedores de Suiza, o Dinamarca. (Debe recordarse el caso de las elecciones de Michoacán, en las que Felipe Calderón, hermano de una tal “Cocoa”, candidata panista perdedora, tardó algo así como cuarenta días en reconocer la derrota de su hermana, y felicitar al candidato ganador; no sin antes echarle la culpa al narco, no a los electores, por la noche triste la verdadera Familia Michoacana, la de Calderón)

Ante el tribunal electoral, integrado por finísimas e incorruptibles personas, se han presentado infinidad de impugnaciones de todos colores y sabores, aunque los guías espirituales de la opinión pública, que cobran al erario de a medio millón para arriba, han resaltado sólo aquella que presentó López Obrador, el mal perdedor favorito. No cabe duda de que si tuviéramos buenos perdedores el ganador hoy ya estaría poniéndose de acuerdo con sus mejores cuadros para la integración del gabinete. Ya estaría presentando sus propuestas de reformas estructurales: Reforma Hacendaria (más impuestos a la clase media), Reforma Laboral (menos prestaciones), Reforma Energética (más mega transas salinistas), Reforma Político Electoral (más vividores “institucionales”). Ninguna de estas reformas que tanto le urgen a México han podido plantearse, porque no tenemos un buen perdedor.

Los cuestionamientos electorales, verdaderos lastres de nuestra democracia, ya duran más de un siglo, antes incluso de que la oposición reclamara a Porfirio Díaz la limpieza de sus contundentes triunfos. Reclamaciones que no duraban mucho, dada la orden porfirista del “Mátenlos en caliente”. Fue necesario un levantamiento armado para que al mundo le quedara claro que Porfirio Díaz era en realidad un Mal Perdedor, vestido de Buen Ganador por las instituciones de entonces.

 

En la misma persona de Porfirio Díaz no estaba claro dónde empezaba el Buen Ganador y dónde el Mal Perdedor. No estaba claro porque las elecciones no eran libres y auténticas. Un siglo después tampoco esa frontera está clara. Debe consultarse el libro “Hablan las Actas”, de José Antonio Crespo (experto electoral, de honestidad intelectual incuestionada, “antipejista”, por cierto) para saber que de la sumatoria de los votos que consignan las actas de casilla publicadas por el IFE en 2006, no se obtiene como resultado que haya triunfado Calderón.

Entonces, sabemos que en 2006 hubo un “Mal Perdedor”, pero la investigación de Crespo nos lleva a pensar que ese Mal Perdedor fue Felipe Calderón, aunque “aiga sido como aiga sido”, lo hayan disfrazado de Buen Ganador. Por cierto, del mar de expertos electorales que tanto nos cuestan, no ha levantado la voz uno solo para rebatir la contundente conclusión de Crespo, que permanece como verdad no refutada.

Así que tenemos más de un siglo buscando al “Buen Perdedor”, desde antes de Porfirio hasta Calderón, y nos tardaremos otro siglo en encontrarlo, a menos que antes aparezca el Buen Ganador.

El “Buen Ganador” no debe comprar votos, no debe rebasar los topes y gastos de campaña, no debe coaccionar votos a cambio de ayudas oficiales, no debe establecer acuerdos ilegales con los poderes fácticos, como los ilegales acuerdos Televisa-Peña. No debe aprovechar la campaña para lavar dólares comprando votos, como el caso Monex, en fin, no debe recurrir a instrumentos que resten legalidad, certeza, autenticidad, ni libertad al ejercicio electoral.

 

Los intelectuales y periodistas que hoy reclaman la calidad del perdedor, apurados quizá por formarse en la fila de los contratos de publicidad del próximo gobierno, deberían reclamar también la calidad del “ganador”. No pidamos, injustamente, un “Buen Perdedor”, en ausencia del “Buen Ganador”.

 

Y queda comprobado que para lo que sí es bueno el “Niño Presidente” es para haber hecho ganar a su sobrina como Reyna de la Feria Expo 2012, como en su momento lo hizo Fernando Pérez con su sobrina y la Diputada Blanca Luz Soto Plata con su hija, no cabe duda que hasta en ese tipo de elecciones hay “mano negra”. Eso sí, un evento tan pichurriento que ni en “Tangamandapio de Don Jaimito el Cartero”, pero bueno, un evento sin asistentes, con pésima logística, al fin tiene 4 años para aprender, dijo el sabio “Fer” Pérez, un reflejo del cristal con que se mira esta administración.

vidas.