EDITORIAL

23 DE ENERO DEL 2014

Muchos han criticado al gobierno de Peña Nieto por la falta de efectividad en su primer año de gobierno y algunos se han atrevido a decir que estábamos mejor con los panistas; es cierto que el sexenio de Felipe Calderón fue mejor que el de Vicente Fox, pero las cosas en el país no fueron tan halagadoras y para mejor ejemplo de ello está Michoacán, el lugar donde nació el ex presidente Calderón, y donde su hermana María Luisa  aspiró a gobernar y creó gran polémica cuando declaró que se había reunido con el líder de la delincuencia organizada; los cambios son buenos, pero cuando existe gente probada que los encabeza y no improvisaciones que solo rompen con la estabilidad y rumbo de un municipio, estado o país, y para mejor ejemplo de ello en lo municipal Tulancingo, donde un joven inexperto en las lides políticas administrativas está llevando a la ciudadanía a un fracaso rotundo en todo lo concerniente a progreso y desarrollo; en lo estatal, Tabasco es lo más relevante, una entidad rica, donde su naturaleza le daba consistencia y fortaleza, hoy está convulsionada socialmente teniendo como aliados a la inseguridad y a la falta de estrategia para lograr estabilidad entre los tabasqueños; por todo esto, es muy importante analizar a los “jilgueros del mal” que en Hidalgo pregonan que ya llegó la hora del cambio, y quizá tengan razón, pero debe ser un cambio organizado, en orden, sin confrontación entre la gente, un cambio donde la línea política no se pierda y se quiera impactar que con otros hombres le va a ir bien a la entidad, Hidalgo tiene rumbo, quizá lo que falta es un poco más de integración, un poco más de suma de actores políticos, pero nunca ¡Fíjese bien!, nunca cambio de rumbo, porque sería lo peor que le pudiera suceder a Hidalgo; es cierto existe gente dentro del sistema que debe irse a su casa como el dirigente del PRI en Hidalgo, porque le está haciendo mucho daño a su partido,  de seguir en el cargo va a lograr que los grupos inconformes no les quede otro camino que elegir una izquierda rebombante pero hueca; en fin, los hombres de poder tienen la palabra, pero ojalá no olviden que más vale correr a unos cuantos, que perder todo lo que tienen….