EDITORIAL

04 DE  SEPTIEMBRE DDE

El rendir cuentas es lo más saludable para quienes  tienen el compromiso con la sociedad, durante años, los ciudadanos han tenido la percepción de que los gobernantes son corruptos, y quizá en algunos lugares y municipios tengan Razones suficientes para pensar eso, pero también es cierto que los nuevos tiempos son otros, hoy existen reglas suficientes, como detectar cuando un gobernante o alguien de su equipo quiere llevarse la lana del pueblo;  claro que también se han perfeccionado las malas mañas para hacerse de una buena parte del presupuesto, pero es lo menos, ya que la corrupción no se da en llevarse un peso del erario público, hoy los diezmos y las sociedades fantasmas son lo que predomina  en las cosas públicas, ahí está el negocio, hacer obras con amigos, o simplemente condicionarlas para recibir algún beneficio, los informes anuales son solo un acto protocolario donde el presidente municipal dice lo que quiere y la gente le cree lo que ve, y ésta es una “historia de nunca acabar”; la deshonestidad está en todas partes, solo que se castiga al que la comete, no por ese hecho, sino porque fue tonto para hacerla…