EDITORIAL

09 DE ABRIL DEL 2015

Las mañas se aprenden muy rápido y más cuando se trata de beneficiarse con el dinero ajeno;  lo sucedido en el deporte en Tulancingo es  muy vergonzoso, ya que el dinero perdido y mal administrado trae como consecuencia que la confianza se pierda,  una vez más en este organismo deportivo, que sin registro ni soporte legal alguno hace lo que quiere, perjudicando a miles de jóvenes que practican el futbol como una manera de desahogo emocional, práctica que solo sirve para que unos cuantos se beneficien con el esfuerzo de una juventud que desea tener sanos esparcimientos en lugar de diversiones  donde los vicios son los detractores de su salud y crea conflictos familiares y sociales que a la larga provocan malestar  a una sociedad que se hunde cada vez más en el vacio de los valores; las familias de esta región de Hidalgo, deben estar preocupadas porque ven que sus hijos que antes se iban cada fin de semana a jugar futbol, hoy no tienen nada que hacer y sus energías  se reprimen y buscan otras distracciones que no les producen nada sano a su vida diaria. La pregunta obligada es ¿Dónde está la Secretaría que promueve el deporte en Hidalgo? o más simple ¿Dónde están las instituciones educativas que regulan la vida cultural?, después no se quejen que los jóvenes son los principales consumidores de estupefacientes y alcohol…