EDITORIAL

Ser representante popular es algo más que cobrar un sueldo, es un compromiso, una responsabilidad, pero sobre todo, es honestidad para con la gente que confió en ti como su voz en el Congreso porque ese es un lema muy gastado en las campañas, “!tu voz en el congreso” ¿Cuál voz? Si cuando se trata de hacer alguna modificación a la carta magna o aprobar alguna ley que se entiende debe beneficiar a los mexicanos, ningún Diputado viene a su distrito a preguntar a sus representados su opinión y lo peor, estos hombres que se dicen  representar a un buen número de ciudadanos de tal o cual distrito cobran, ¡sí! Cobran y cobran muy bien, y lo malo es que les pagan por todo, hasta por asistir a trabajar, cuando se entiende que ellos al ser elegidos están obligados a asistir a sesiones de acuerdo al compromiso obtenido el día que los eligieron; Alfredo Bejos, un hombre noble, dicen algunos, buen hombre dicen otros, ha pasado sin pena ni gloria en este periodo legislativo que está por concluir muy pronto; este Diputado Federal es el prototipo de políticos que ya deben jubilarse, mucho le han servido a la patria, mucho han vivido del erario público, así que ya “BASTA” de tanta “figurita” que no aporta nada a la gente que los eligió, porque ahora este pachuqueño anda corriendo la versión de que él será el ungido por su tierra natal, ¡por favor! A este Diputado le gana cualquier opositor a cinco por uno…