Moisés Jiménez y la crisis magisterial

28 de noviembre del 2013

César Peña *

 

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Moises Jimenez
Moises Jimenez

El conflicto magisterial por la Reforma Educativa, se convirtió al paso del tiempo, en el desafío toral  para poner a prueba los liderazgos entre de los mentores, que en sus respectivos sindicatos, serían  la piedra angular para articular la respuesta ante los cambios que laceran, principalmente, los derechos laborales de los profesores.

                  Con la Coordinadora siendo la primera en lanzar la ofensiva, se esperaba una movilización mayor en el SNTE, que sin embargo, al paso del tiempo fue provocando sólo confusión entre las bases, quienes esperaban en cualquier momento tomar las calles, lo que sólo ha sucedido en algunos puntos del país  y de manera atomizada.

                Evidente resultó que los líderes del SNTE se encontraban contra la pared luego de que su figura emblemática poco podía hacer desde prisión y que su sucesor, Juan Díaz de la Torre, pronto se alineó a los dictados oficiales, doblando las manos a las presiones del Gobierno Federal. Esta maniobra no gustó a muchos, aunque el asunto fue tan catártico  que muchos no asimilaban la capacidad del relevo al timón.

                Precisamente esto fue lo que llevó a que en Hidalgo, estado enclave del panalismo, se buscara consolidar el poder del grupo de Moisés Jiménez, quien en un acto de unificación, llamó a los maestros en operativo hormiga para evitar cualquier disensión  que tomara forma de movimiento independiente como comenzaba a fraguarse en algunos sectores, sobre todo de los sectores críticos del sindicato.

                Las reuniones se siguieron una tras otra en el bunker del magisterio, Villa Criseldy en que el llamado al orden no evitó la inconformidad de la gente con las acciones de Juan Díaz de la Torre,  quien fue desconocido, no tanto por su entreguismo y la clara incapacidad para defender a los trabajadores de la educación, sino por su evidente falta de liderazgo, incapaz de ser un interlocutor válido de sus demandas y necesidades.

                Esta pasividad ha llevado a que las huestes de Francisco Sinhué Ramírez Oviedo volteen a ver a Moisés Jiménez Sánchez, su líder moral, como una opción viable para dirigir al sindicato a nivel nacional, reclamando, sobre todo, los buenos resultados electorales de su frente político, ya que el Partido Nueva Alianza tiene su mayor capital político en Hidalgo.

                   Pero este llamado al orden que se hizo desde la sección XV del SNTE, se hizo de manera compartida entre Ramírez Oviedo y Moisés Jiménez, dando muestras de que por lo menos, en la entidad si existe poder de convocatoria cuando se trata de movilizar, o en este caso, inmovilizar  a las bases esperando nuevos tiempos.

                Este derecho al trono de parte de Moisés Jiménez, puede ampliarse en los siguientes meses, cuando las diversas secciones, sobre todo las del Estado de México, entre las que permea este descontento, se reclame un cambio, pues casi nadie de los profesores está conforme con el atropello instrumentado con los cambios de la controvertida Reforma Educativa y los demonios que desató con las leyes secundarias.

                En tanto, al apaciguarse el problema a nivel nacional, muy tarde se verán las consecuencias de un obligado impasse que ahora reducirá los conflictos a cada estado, donde cada quien tendrá que enfrentar sus necesidades, creando estos cotos que tanto Gordillo Morales buscó evitar y que ahora será parte del caudillismo postmoderno en el magisterio.                 

 

Cuentas claras: Como de costumbre, la llegada del nuevo ombudsman de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), el contador José Luis Sepúlveda Fayad, está salpicada de controversia por su evidente falta de oficio en derechos humanos y desde luego, por su cercanía con el Gobierno.

                El asunto se torna más espinoso cuando sabemos que la llegada de Sepúlveda Fayad se dio por albazo y no por consenso con la sociedad. Solamente tuvo  el apoyo de dudosos diputados, con lo que en Hidalgo es suficiente para llegar ahí como sucedió con sus antecesores Raúl Arroyo,  y Alejandro Straffon.

 

* Periodista, investigador  y economista