GASTO SOCIAL

21 DE MAYO 2012

¿LA GENERACIÓN ZOÉ?

 

Recientemente, un artículo publicado en la revista Proceso, del periodista poblano Juan Pablo Proal, levantó ámpula entre la juventud al indicar que la cultura de masas se basa en la cuestión musical, en artistas nada propositivos, inconscientes y sobre todo “plásticos”, como resultan ser Zoé, Allison, Panda y varios más.

Una cosa resulta ser cierta de todo esto, la cultura popular, esa que irrumpe con fuerza en la radio, la televisión y los medios electrónicos, son creaciones estereotipadas de consumo generalizado, que venden una imagen sin importar jamás el mensaje, que sólo al ojo del análisis delata superficialidad, amargura y una postura acrítica sobre los problemas sociales y de la juventud.

La mayoría de opositores pensará que politizar a la gente no es el objetivo de la música, claro que no, pues toca todo tipo de situaciones, sin embargo, como coinciden la psicología y el materialismo histórico, el ser social se forma a partir de las condiciones materiales de vida, es decir, lo que vive, ve y escucha.

Los cibernautas preguntaban con justa razón qué habían legado anteriores generaciones educadas con grupos e intérpretes críticos. La respuesta es: que muy poco, sobre todo si tomamos en cuenta que la música politizada se mueve a nivel casi subterráneo, tocando un sector muy escaso de la sociedad.

Cada generación, efectivamente, existe quienes no están de acuerdo con lo que escuchan, con los artistas que aparecen una y otra vez como íconos de un género o tradición. Tomemos un ejemplo, Alejandra Guzmán, hoy todavía vigente, ha sido considerada la reina del rock, cuando el verdadero escenario rockero la desprecia y tiene a otros artistas totalmente diferentes y además, la Guzmán ni rock interpreta.

Así, grupos alternativos con conciencia social se mueven en ese nivel casi clandestino y para fortuna o infortunio, según la óptica, son los que tienen propuestas y contenidos que tanto se reclaman. Nacidos de condiciones diferentes al opulento ambiente regio de Panda, están “Especimen”, una banda punketa de Tijuana, “Transmetal y Brujería”, imbuidos de situaciones como la defensa del zapatismo y el medio ambiente.

A nivel internacional, los hispanos de “Mago de Oz y Boikot” lo mismo que los anarquistas de ska-p, que dejaron de ser programados por sus letras subversivas y anticatólicas, son de lo mejor que se puede encontrar actualmente, que todavía llegan a participar en algunos eventos como el festival “Vive Latino”, pero que no gozan de la bendición de la sociedad.

Trabajos importantes han realizado otras bandas como “Bostik”, con su tema viajero donde resume la vida de los migrantes, “Lira n´roll, Real de Catorce, El Tri, El Haragán, Tex Tex” y varios más, que junto a foráneos como “Soulfly, Nailbomb, Sepultura”, solo por mencionar algunos, describen hasta conflictos tribales, la discriminación, la sanguinaria fiesta brava y la cultura machista.

La música popular fabrica artistas para el consumo masivo, creando verdaderos monstruos cuya fama durará sólo un par de años y que no dejan nada a la gente, pero si millones a los empresarios que los manejan. Las Britny Spears, Christina Aguilera salen a raudales para el gusto de un público nada exigente.

Para los inteligentes, la música es más que relajo, buena onda y tararear una letra fácil. El cambio generacional que implica el tránsito de la generación “x” como se denominaba a quienes entraron en la adolescencia (en la década de los noventa), invadida por personajes de los comics, la imaginación y hasta la apatía, es trastocada ahora por este nuevo denominativo.

Sin embargo, hay quienes en cada generación se resisten a aceptar tales ídolos de cartón y como en su vida diaria, buscan algo que los llene y les sirva no sólo para describir las miserias del mundo, sino para transformarlas y encausarlas en propósitos elevados. Son quienes siguen a los activistas de “System of a down”, no por lo pegajoso de sus ritmos, sino por la genialidad de sus letras y mensajes.

En otros géneros también hay música buena, sólo que hay que buscarla con lupa porque es escasa, y justamente eso es lo que marca el buen juicio personal, que no se da en macetas ni al mayoreo.