EDITORIAL

06 DE FEBRERO DEL 2014

Desde los siglos de los siglos existe una práctica que hoy  está más vigente que nunca, “divide y vencerás” este principio  es bueno, tiene sus riesgos, pero es muy efectivo, y es lo que en Hidalgo están poniendo en práctica  desde que el gobierno de Francisco Olvera inició su gestión, la gran ventaja que existe es que el ciudadano gobernador haya hecho caso omiso a este tipo de expresiones y manipuleos, ¡aunque claro! Hay algunos que tienen infinito interés en que la confrontación se dé entre la clase política, y quisieran que la buena relación entre el secretario de gobernación y el gobernante se agudizara cada vez más,  para  que ante la incertidumbre que pudiera generar este conflicto se beneficien los promotores de tal división. Esto no debe sorprender a nadie, ya que ésta práctica es muy común en la vida diaria, no solo en la actividad política; lo malo de esto es que los “políticos casuales” para permanecer en el cargo, incitan los rumores y promueven los enfrentamientos, aquí la gran ventaja es que los políticos de Hidalgo, son gente madura y muy profesionales, y estoy hablando de los que se han formado en la brega diaria del quehacer político, no de aquellos que llegaron de manera casual y para que sigan viviendo del presupuesto estatal, hablan pestes de unos cuando están con los otros, y lo peor es que algunos ingenuos todavía caen en las garras de estos intrigosos, lo que trae como consecuencia que en los pasillos del poder los comentarios deambulen de oficina  en oficina, teniendo como resultado lo que ellos añoran, que se sienta un “vacío de poder” según ellos para que sus servicios sigan siendo requeridos. Lo mejor sería  quitarles la máscara de una vez por todas y dejarlos al descubierto para ver cómo actúan, lo más seguro es que muchos de ellos se arrodillen y nieguen ser los promotores de una división que no existe en la entidad entre los hombres de poder. La moneda está en el aire, ojalá que quienes estén a cargo tomen bien sus decisiones y eviten escuchar a estos pregoneros del mal…