EDITORIAL

26 DE MARZO DEL 2015

Existen políticos que todavía piensan que son dueños de vidas enteras;  se sienten poderosos y humillan sin ninguna misericordia condicionan todo, olvidan que la amistad es sincera, para ellos nada es importante si no reciben algún beneficio; estos hombres pierden la conciencia de la realidad y viven en un mundo creado por sus incondicionales que los meten en una burbuja donde le llenan el cerebro de halagos y excesos, donde el ego es lo que más le cultivan; lo bueno es que la gente los tiene bien identificados y sabe de qué son capaces y por ello los señalan públicamente para evitar que hombres así sigan haciendo daño al prójimo.