Crisis por reforma educativa

El proyecto de la Reforma Educativa anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto, explicado como una necesidad para ampliar los alcances de la instrucción y cobertura escolar, ha puesto en jaque a la estructura toral sobre la que se sostiene la misma educación; los maestros, agrupados en su mayoría en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuya primera batalla tenía que darse antes del retorno a clases antes de iniciar con la resistencia pacífica anunciada las últimas semanas de diciembre.

               El resultado de las negociaciones decantó en un vuelco inesperado pues ante los intentos de aceptar la evaluación de los mentores como primer punto de la iniciativa federal, lo que sucedió fue un intento por seducir exclusivamente a su lideresa moral, Elba Esther Gordillo Morales, creyendo que con ello automáticamente todo el gremio se ceñiría, aunque fuera regañadientes, a la orden correspondiente, pero no, en vez de eso, emergió por primera vez la rebeldía y la indisciplina internas.

                El primer viso de un cisma histórico apareció en plenas vacaciones, en particular el 3 de enero, cuando a puerta cerrada se reunieron los dirigentes seccionales el SNTE con Gordillo Morales, dejando entrever su postura para evitar una eventual evaluación que ponga en riesgo las plazas laborales de sus agremiados. De los 32 estados, se levantaron las voces de 28 de ellos para reclamar no vender el movimiento, bajo la clara e inédita advertencia de que si lo hacía, tomarían sus “chivas” y se sumarían a la Coordinadora, el movimiento disidente.

                Este revés para la maestra no fue sólo en el plano corporativo, sino que dio pie a la aparición de nuevos liderazgos, que viendo la posibilidad de una ruptura con la maestra, podrían tomar el control no sólo en estados, sino en regiones enteras, constituyendo una resistencia que dejaría a la lideresa fuera de la negociación. Quizá sea este el objetivo de los negociadores de la administración federal, porque por un lado, liquidarían el capital político existente en el magisterio de Gordillo Morales al hacerla a un lado y por el otro, con los maestros disgregados, sería relativamente más fácil imponerles la Reforma Educativa.

                De hecho, para muchos frentes, el proyecto federal tiene en realidad un fin político, como retomar el control político de la burocracia educativa, quitándole el poder al Partido Nueva Alianza recuperándolo para el PRI a través de la manipulación de las evaluaciones, al estar en la posibilidad de dejar la plaza a los incondicionales y hasta controlar el espectro de reprobados, que podrían seguir con los beneficios si se suman a la causa del tricolor.

                Las suspicacias son muchas, pero la preeminencia del momento tiene en ascuas a los mexicanos, la Secretaría de Educación Pública y su titular, Emilio Chuayyfet Chemor y al propio sindicato, en pos de que quitarle el control a Gordillo Morales de uno de sus frentes, sería el primer paso para desarticular también en lo inmediato, al partido, que en los últimos años ha adquirido una gran fuerza en algunas entidades como Hidalgo, identificado como bastión del PANAL.

                Hasta el papel de la resistencia de los mentores en las calles es manejado bajo el mismo contexto, toda vez que el movimiento podría ser exhibido y utilizado para denostar y atacar al SNTE bajo la premisa de “huevones y desobligados”, que estarían prefiriendo abandonar las aulas y a los niños para demandar sus derechos laborales, que ahora se niegan tajantemente a ser evaluados.

 

 

 

Cuentas claras: El órgano de difusión del Episcopado Mexicano, Desde la Fe, que se reparte a través de medios como El Sol de Hidalgo, no alcanza a percatarse de la contradicción que encierra el mito de los Reyes Magos, tan en boga a principios de año, soslayando que el catolicismo y el cristianismo siempre se han opuesto de manera tajante a la adivinación, hechicería, brujería, lectura de cartas, tarot, espiritismo, vudú y cuantas artes oscuras y fraudulentas existen, incluida por supuesta la magia, ya sea negra o blanca. Por lo tanto, si eran Reyes Magos, hacían desde luego “magia”, que los debería excluir de la aceptación cristiana.

La cosa es que aún muchos no alcanzamos a entender cómo es que no haya una crítica sobre esto y que por el contrario, se escriba tanto tratado y artículo justificando este hecho al margen del anacronismo con las fechas pues si leemos con atención en Historia de la Salvación, manual que leen en algunas escuelas católicas, no se sabe con exactitud la fecha de nacimiento de Jesucristo (si es que existió), pero que tiene un pasado inmediato; la fiesta del Sol Victorioso, celebrada en Roma el 21 de diciembre, pero que se decidió que fuera el 25 de diciembre para que coincidiera con la celebración pagana.      

 

 

* Periodista, investigador y economista