MEDIO SIGO DE INFAMIA

16 DE FEBRERO DEL 2012

FIDEL CASTRO
FIDEL CASTRO

Medio siglo de infamia

En días pasados se cumplieron 50 años del bloqueo económico estadounidense que tiene a los cubanos en la inanición cuando se trata a todas luces de una medida injerencista, violatoria de los derechos humanos y sobre todo, antidemocrática que viene precisamente de parte de quienes se dicen ser los campeones de la democracia mundial.

                Esta medida extraterritorial que debería ser conocida como “Bloqueo de la vergüenza”, además de que no respeta los tratados internacionales de la libre autodeterminación de los pueblos, se impone forzosamente a terceras naciones, a quienes se les impide comerciar con Cuba porque al Tío Sam no le gusta el sistema económico cubano.

                Las raíces de fondo, son sin duda, la nacionalización que hizo Fidel Castro de empresas de EU tras la salida de Fulgencio Batista y luego, la cancelación de oportunidades para el comercio yanqui que ya veían en la isla su patio de negocios y enlace con Europa por lo que su decisión de utilizar las relaciones exteriores como arma de venganza, ha sido su recurso adecuado.

                En el seno de la Comisión de Seguridad de la ONU, de la que fue excluido Estados Unidos desde el año 2003, se ha tomado la resolución de levantar este infame agravio contra los cubanos sin que por supuesto, Washington y los presidentes de aquella nación la hayan acatado y eso sí, se quejan de que en Cuba existen atentados “contra los derechos humanos y políticos”.

                Pese a todo, en estos cincuenta años, el pueblo cubano ha logrado erradicar el analfabetismo; no hay ningún niño que no vaya a la escuela muy diferente a los 18 millones de analfabetas que viven en Estados Unidos, los cinco millones sin casa “homeless” y otros tantos números que causarían pena a sus gobernantes.

                Lo cierto es que la vía cubana del socialismo, ha tenido un alto costo por este bloqueo económico que mantiene con lo indispensable en términos materiales desde el principio a los habitantes toda vez que el objetivo era asfixiar por esta vía, el haber socializado la producción y los bienes de consumo.

                Junto a ello, los norteamericanos no se conformaron con trabajar en la parte económica, se esmeraron también en trabajar en la cuestión política ilegal. Los Servicios de Inteligencia de Cuba, documentaron por lo menos 36 intentos de la CIA para asesinar a Fidel Castro, así como el boicot que en 1989 pretendían hacer para hacer caer desde la esfera bursátil el precio de la caña de azúcar y hasta colapsar al país al detener el transporte de pasajeros mercancías inyectando medio millón de dólares.

                Los campeones de la democracia se encargan de señalar cada que pueden, que no hay elecciones en Cuba, lo cual es falso, que no se respetan los derechos humanos (la prisión de Guantánamo no es precisamente de los cubanos, sino de EU) y otras tantas mentiras que apoyadas en sus personeros y descomunicadores, han creado un ambiente de linchamiento moral contra el régimen de la isla.

                Para bien de los tiempos modernos, muchas de esas mentiras ya han sido combatidas gracias a las redes sociales y la apertura en la web y otros instrumentos que nos ayudan a saber que los verdaderos terroristas están en la Casa Blanca y son quienes se obcecan en hacerle un juicio a cinco cubanos inocentes y a proteger a Luis Posada Carriles, ese mismo que en 1976 colocó una bomba a un avión de Cubana de Aviación y se pasea impunemente en Miami.

                Como sea, los ciudadanos ya no aceptan tan fácil explicaciones simplistas del régimen cubano y su intento por hacer un país que no se esconde en la falsedad de la “igualdad” que existe en el discurso de la democracia, sino que aplica lo marcado por Marx hace más de 150 años de que “cada quien según sus capacidades y cada cual según sus nercesidades”.