¡SE EMBARAZAN Y LAS CORRES...!

11 DE  SEPTIEMBRE DEL 2014

POR: JORGE  ZAMACONA 

Aunque usted no lo crea existe en Tulancingo un “colegio” privado que  en el contrato que firma  con el cuerpo docente femenino le agrega una cláusula, donde les prohíbe ser madres, “¡sí embarazarse!”, violando con ello la disposición legal y moral  que protege el derecho inalienable que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo  Cuarto que reza: “El varón y la mujer son iguales ante la ley, ésta protegerá la organización  y el desarrollo de la familia, toda persona  tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el esparcimiento de sus hijos”.

Como usted puede darse cuenta el Colegio Jidé, que es la institución educativa donde  prohíbe a las maestras que aquí laboran puedan procrear, y lo menciona muy claramente en la cláusula Octava del contrato laboral por tiempo definido, que firma este colegio con las mujeres que laboran  en él,  dice.- El trabajador conviene en someterse a los reconocimientos médicos que periódicamente ordene el patrón, en términos de lo dispuesto en la fracción X del artículo 134 de la ley del trabajo. La trabajadora no podrá embarazarse durante la vigencia de este contrato; de lo contrario será rescindido el mismo. Discriminación absoluta de la directora de este Colegio hacia las mujeres que laboran en este centro escolar, en  que de manera abusiva obligan y condicionan a su cuerpo docente a ser “puras” o de plano no llevar una vida normal con sus parejas, prohibiéndoles de manera ruin no tener hijos; una de las afectadas nos comenta, que éstas “hermanitas Vivanco” tienen FOBIA A LOS NIÑOS, y que todo lo relacionado con la maternidad para ellas es repugnante, por eso cuando uno va a pedir trabajo a este colegio tiene tenemos que mentir, y decir que no se tiene pareja, esposo o novio, porque de lo contrario te niegan la oportunidad de laborar en su escuela  y nosotras fuimos testigos como humilla a las compañeras cuando éstas  tratan de ocultar su estado de gravidez, las hermanas Jacinto se dan cuenta y las despiden de manera irrevocable sin tomar en cuenta la situación que se vive,  y como castigo según estas hermanas, no les pagan su salario, ni prestaciones que ya se devengaron, y lo peor de todo es que, “nos exhiben ante los niños que fueron nuestros alumnos y ante madres de familia que preguntan del porque de nuestro cese fulminante”, pero eso no es todo, nos comentan estas profesoras humilladas, la violencia interna va en aumento en este colegio además hacemos  un llamado a todos los padres de familia que tienen a sus hijos  en esta escuela a que exijan mas higiene  en los alimentos que sus hijos consumen, ya que en la cooperativa de esta escuela abundan los alimentos “chatarras” y una parte de estos no cubren los mínimos requisitos de limpieza como lo demostramos  en las fotografía que aquí mostramos, donde las pizzas son trasladadas en medio de llantas sin ninguna protección, y aquí lo demostramos; y concluyen las maestras ofendidas por el trato tan discriminatorio que las hermanas Jacinto les han dado.

“Ellas como no son madres, quizá no sientan el dolor  que nosotras, que por serlo, buscamos afanosamente un trabajo para educar a nuestros críos, porque tenemos que apoyar a nuestros esposos con los gastos de nuestros hijos, y porque además, nosotras como mujeres nos preparamos para ejercer una profesión y dejar lo que éstas “hermanitas” quieren que las mujeres sigamos siendo “gatas”, y como no aceptamos  sus condiciones, ellas nos despiden sin ninguna consideración humana” por todo esto hacemos un llamado a las instancias educativas como la SEP para que tengan más vigilancia con este centro educativo, ya que aquí predomina la injusticia y la violencia interna entre los alumnos que ponen en riesgo la tranquilidad de los padres que dejan a sus hijos confiados que están seguros en este centro escolar, nosotras solo les decimos que no se confíen y estén más pendientes, es cierto, en un tiempo el Jidé fue una escuela de gran prestigio, pero en los últimos tiempos ha venido a menos por el fastidio de las hermanas Jacinto Intriago, que solo ven en los alumnos el signo de pesos dejando la calidad humana en el olvido. Ojalá que las autoridades educativas y laborales nos puedan ayudar, porque según ellas están protegidas por el Gobierno Municipal y la Secretaria de Educación Pública en Hidalgo, es más, la directora dice a los cuatro vientos que es comadre del Secretario de Educación Pública en Hidalgo.

 

Ahí está la testimonial valiente de mujeres que al ver  que se les quiere humillar y violar sus derechos, levantan la voz ante una injusticia que se comete por su condición de mujer.