EDITORIAL

10 DE ABRIL DEL 2014

Lo sucedido en San Vidal hace unos días, es producto de el desorden que existe en el gobierno de Tulancingo; muy independiente de los enfrentamientos que se dieron entre vecinos y fuerza pública  municipal, el fondo es otro, el pleito al parecer fue porque tenían que llevarse unos camiones de volteo que estaban realizando trabajos en esta comunidad, ¿de quién eran los camiones? Algunos dicen que de un Regidor, otros que de un familiar del alcalde, y otros se atrevieron a romper el silencio que los camiones eran del Presidente Municipal, al grado que la camioneta del alcalde tulancinguense fue golpeada por los vecinos de la localidad. A diario salen trapitos al sol de esta administración, filtrados estos por los mismos empleados de confianza del joven panista, quienes molestos por el trato que reciben pasan información a medios masivos, como por ejemplo, a la señora que fue lastimada por el árbol que se cayó en el Jardín “La Floresta” y le lastimó el hombro, fue abandonada por el gobierno municipal de Tulancingo, que había prometido ayudarla hasta que su estado de salud fuera plena; en eso se comprometió el gobierno panista. Y ¿qué pasó? Resulta que a esta señora ya no le dan atención médica en la clínica que la mandaron, no le pagaron ningún dinero mientras estuviera en convalecencia, la señora está desesperada, buscó a un empleado de confianza de Julio y este nos la mandó con el argumento de que Julio Soto es un abusivo y no cumple su palabra, dicho expresamente por el hombre de más confianza del alcalde tulancinguense. Así están las cosas en este gobierno, y eso que todavía no termina su gestión. La pregunta es, ¿qué dirán los que hoy rodean a Julio cuando ya no sea presidente…?