GASTO SOCIAL

28 DE JUNIO 2012

DOCENTES, POR LA CORTA

 

En un acuerdo conciliatorio inédito, representantes magisteriales de Zempoala y quien esto escribe, se comprometieron a un pacto de respeto que incluye el retiro de la demanda que el periodista interpuso ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo por los presuntos delitos de amenazas, censura y ataques a la libertad de expresión.

Fue gracias a la mediación del profesor Gabriel Gildardo Vargas Godínez, que se logró un acercamiento tras la oferta lanzada por este comunicador para alcanzar un acuerdo con los directivos de la Secundaria Técnica No. 35 de Zempoala, María Guadalupe Nava Sánchez y Alejandrino Ramírez Hernández, tras una nota periodística por la realización del Operativo Mochila en el mes de enero.

Esta misma semana, en la sede CDHEH, ante la abogada Karina Zacatenco, se firmó el retiro de la querella CDHEH-VGJ-1059-12, a cambio, los directivos involucrados se desistirán públicamente de las arengas a los padres de familia y el propio Comité, de la desinformación lanzada para linchar moralmente al comunicador, así como de cualquier intento de censura y ataques velados.

Aunque estaba en la mesa, de parte de los superiores de las autoridades involucradas que pidieran una disculpa pública a este columnista para finiquitar el asunto, finalmente el asunto bastó para el agraviado con que se retractaran ante los profesores, paterfamilias y la comunidad estudiantil de sus actitudes y aceptaran su error.

Sólo falta que Nava Sánchez y Alejandrino Ramírez cumplan con este último paso y le den a conocer a los integrantes de la Secundaria su decisión y el acuerdo logrado, para sanar cualquier herida.

Eso sin duda, es un aliciente para los comunicadores y habla de la buena disposición del magisterio para remediar sus conflictos por la vía pacífica, el diálogo y las instancias legales cuando así lo requieran, abandonando viejos métodos de confrontación y choque.

Desde esta tribuna, reconozco el compromiso de los mentores, comenzando por el propio Gabriel Gildardo Vargas Godínez, que en su joven carrera ha sabido canalizar favorablemente el apoyo que tiene de parte de sus superiores, como su amigo y compadre, Francisco Sinhué Ramírez Oviedo, líder de la sección XV del SNTE.

En lo que corresponde al acuerdo de paz, que espero no sea únicamente coyuntural, sino tenga un carácter más duradero, que sirva de marco para dirimir los conflictos, no sólo con el gremio periodístico, sino que sea extensivo a los padres de familia y voces disidentes, que en algunas ocasiones no están de acuerdo con decisiones y manejo al interior de los planteles educativos.

Este acuerdo también, vale la pena decirlo, no sirve para comprar silencio ni para ser cómplice de futuras acciones de los profesores de esta institución, ni de ninguna otra. No se valdría pues, sentarse a dialogar ni lograr la paz con miras a lograr la impunidad, simplemente lo de ahora tiene el fin de priorizar la educación y darle salida a la voluntad de ambas partes.

Porque es de reconocerse que problemas los hay en casi todos los planteles educativos, pero la injerencia de la prensa no sirve para precipitarlos o desencadenarlos, sino simplemente para darlos a conocer y que sean las partes en conflicto las que los solucionen. Los comunicadores somos voceros de ambas partes, y actuar tendenciosamente no es mi caso, menos por los costos de credibilidad que implica y la ética que está en juego.

Sirva la oportunidad para precisar ante quienes no lo saben, que los géneros periodísticos se definen en una nota periodística, los reporteros no son los que hablan, sino sus fuentes, (documentales y verbales) a quienes se debe responsabilizar de los dichos que ahí aparecen. Géneros para opinar y analizar son otros como las columnas y artículos de fondo, donde el autor se expresa en sus propios términos, criterios y conclusiones.

Es de destacarse este ejercicio insólito para el magisterio de avanzar en la consolidación de rutas civilizadas para buscar solución a sus conflictos. Ya lo hizo Gerardo Sosa, acusado de porro en sus años núbiles, quien dejó esa vía para acudir ante los tribunales y encontrar justicia por la publicación del libro de la autoría de Alfredo Rivera Flores, donde no dejó de usar el porrismo jurídico, pero significó un avance el dejar atrás, los métodos vandálicos.

           

           

César Peña

cesarpesa@hotmail.com