EDITORIAL

28 de noviembre del 2013

Volvemos con mas bríos y con mucho entusiasmo; convencidos de que Razones periódico tiene un lugar en el ánimo de los hidalguenses, nos motiva que en el tiempo que no estuvimos en circulación la gente extrañó nuestra ausencia por la falta de credibilidad de otros medios; seguiremos adelante con más pasión y refrendando el compromiso que desde un poco más de cinco años hicimos con ustedes, de decir la verdad a fondo. Son muchos los temas que tenemos a flor de piel, son muchas las quejas de la gente que se ha visto afectada en su patrimonio y en su derecho, tenemos grandes temas que comentar con usted, pero poco a poco iremos platicando  e informando de lo que sucede en Tulancingo y la región;  son muchos los pecados  que algunos gobernantes han cometido, y muchas son las “triquiñuelas” que algunos funcionarios públicos han hecho en contra de la sociedad; por lo pronto hoy le mostramos los abusos de dos hombres que han hecho de la corrupción  su forma de vida, dos  hombres que deberían servir a una sociedad que durante muchos años creyó ciegamente en ellos y les entregó toda su confianza, sin sospechar que estos dos “tipos de cuidado” se enriquecían a manos llenas usando recursos que pertenecen a un pueblo que ha perdido la fe en estos dos hombres que usan sin ninguna misericordia el dinero que no les corresponde para hacerse de bienes mal habidos, negociando con la fuerza del trabajo de quienes a diario tienen la necesidad de soportar maltratos y humillaciones de Jesús García y Joaquín Arcega,  el primero como el gran operador de las corruptelas de su patrón el ex diputado de “plástico” que hizo quedar en ridículo más de una vez a miles de tulancinguences por la actitud vulgar con que desempeño el encargo ciudadano; Joaquín Arcega fue un legislador “gris”, corriente y corrupto, tarde nos enteramos del defecto de este ciudadano, y lo peor es que la denuncia  la hacen quienes por años convivieron con estos dos personajes, hoy en su mayoría cansados ya de tanta pudredumbre y levantan la voz lastimados como trabajadores y como hombres, y claman justicia de las autoridades superiores, el cese y la cárcel, dicen algunos, y  otros simplemente piden que se vayan de una corporación que por muchos años ha sido honorable en el buen sentido del servicio que dan a la comunidad, no así de sus dirigentes, ahí quedan testimoniales, fotografías y declaraciones de muchos hombres que han expuesto su vida por salvar la del prójimo, Bomberos, hombres que son sacrificados por el fuego pero no quieren ser sacrificados por la corrupción de sus jefes inmediatos, “políticos” que se respaldan en personajes del gobierno federal y se dicen protegidos por ellos, cuando realmente estos los han echado de su lado por ser mediocres y traidores, la palabra la tiene Julio Soto en el caso de Jesús García y en lo que respecta a Joaquín Arcega, él vocifera que es protegido del ex gobernador, y que con el actual gobierno de la entidad solo tiene el compromiso institucional.