EDITORIAL

04 DE OCTUBRE 2012

Cuando el ser humano se mete a realizar actividades que no van con su formación, terminan haciendo todo, menos lo que se proponen; esto es porque la experiencia política marca que “el político nace no se hace”, les voy a contar una anécdota sobre esta cuestión, “en un pueblo de este país, había un hombre maduro, jubilado, dedicado a su negocio que era una granja de pollos, de momento un grupo de amigos de su sindicato lo proponen como abanderado de su partido a la Presidencia Municipal, la fuerza de aquel sindicato hace que salga triunfador, como es normal, al principio este hombre no sabía qué hacer, pues el cambio de su vida fue muy drástico, pasaron los meses y aquel hombre que no ingería bebidas alcohólicas lo empezó a hacer, asistía a reuniones con la clase política de la región, le empezó a gustar el mandar y ser halagado, como era de esperarse, los problemas se empezaron a manifestar ante la población y este hombre se comenzó a angustiar cada vez más”. Conclusión, se murió el humilde empresario, un infarto le quitó la vida y cuando esto sucedió, aquellos que pervirtieron al difunto, de manera inmediata empezaron a rendirle pleitesías al nuevo ungido. Moraleja: “La política es cosa seria, da satisfacciones, pero también intrigas y traiciones, por eso cuando un improvisado trata de hacer política, hará todo, menos ejercer el viejo oficio de la política, porque ese quehacer sólo está para aquellos que tienen nervios de acero y piel de dinosaurio, eso se aprende en la faena diaria y no en unos meses de convivencia con la gente”. Ojalá que los hombres que aspiren a hacer el bien al prójimo, lo hagan con apego a los principios reales de la ciencia que como nombre lleva el quehacer Político, porque “la grilla” la hace cualquiera, hasta “un ciudadano como yo”, como reza el actual slogan del joven empresario Eleazar García....