EDITORIAL

11 de abril 2013

La sociedad hoy vive momentos de mayor libertad que en otros tiempos. Actualmente es muy común ver como organizaciones, grupos políticos o simplemente vecinos de algún lugar ya no temen a la ley, es muy sencillo observar como cierran calles, carreteras federales, edificios, apedrean espacios públicos y privados sin que la autoridad pueda reprimir a los actores de estos desmanes, ¿esto es malo o bueno? Todo depende del “ojo” con que se vea, ya que durante muchos años en nuestro país se vivió una represión gubernamental al grado que nuestra historia marca el año de 1968 como un acto de luto nacional por la muerte de estudiantes masacrados en la plaza de “las tres culturas en la unidad habitacional de Tlatelolco, cuando en aquellos años gobernaba un PRI hegemónico; la sociedad hoy ha cambiado, es más participativa, y mucho más expresiva, lo que ha provocado que en varias ocasiones la fuerza de la gente impida que gobiernos desistan de sus proyectos; pero también hay que respetar la ley, porque de no hacerlo caeríamos en una anarquía y eso a nadie conviene, pues se rompería el orden legal y la armonía social, lo mejor es aplicar la ley, sin restricciones de manera justa, sin represión, pero sin titubeos; quien viole ley reciba un castigo, quien luche por un derecho que lo haga dentro del marco legal, de lo contrario se afectan el derecho de los demás y es ahí donde surgen los conflictos. La ley es la ley. Nada fuera de ella.