GASTO SOCIAL

LA PRISA DE CALDERÓN

 

El “espurio”, casi ex Presidente de México, Felipe Calderón, ya había dado visos de entreguismo y sumisión a los dictados neoliberales a lo largo de su filosa ruta gubernamental. Nada dubitativo y empujado por Washington, se opuso a cualquier intento para darle otra salida a la lucha contra el narcotráfico que no fuera la absurda guerra que contabiliza 81 mil bajas, le entregó a los pobres migajas de ayuda asistencialista, no creó empleos, más que en el sector informal, potenció el sistema predatorio en INFONAVIT y ahora, como la máxima joya de la corona, impulsa una absurda Reforma Electoral copiando cínicamente los esquemas laborales estadounidenses.

Complacientemente, los Diputados que apenas acaban de entrar en funciones, -salvo sus honrosas excepciones de Legisladores patriotas y comprometidos como Martí Batres y otros más de la izquierda política-, le aprobaron con parches intencionadamente mal puestos esta iniciativa en que su pase por el Senado, según se anticipa, será mero trámite para consumar esta tropelía mayúscula a la clase trabajadora. La flexibilización laboral, sólo puede beneficiar a los patrones, nunca a los obreros.

¿Acaso el trabajador puede beneficiarse de acciones como pago por hora a 7.50 pesos, despidos impersonales, impago de horas extras y omisión en prestaciones? En lo absoluto, de ahí que sólo la derecha y la IP sean quienes impulsen su verdad vociferando beneficios inexistentes que son burdas copias de los esquemas norteamericanos, del que olvidaron establecer los salarios mínimos de aquel país, pero eso sí, trajeron todo lo demás.

Los focos rojos de esta medida los ha prendido la propia Comisión Económica para América Latina, la CEPAL, quien estableció serias dudas sobre la posibilidad de que esta reforma pueda incidir realmente en la generación de empleo para sectores como el juvenil y las féminas, sin embargo, a este esquema se ha aferrado Calderón, el mismo terco al que la Comisión Nacional de Derechos Humanos le ha dicho que su aventura bélica no logró regresarle la paz a la Nación.

El otro punto de la Reforma es la libertad sindical, que como se observa, quedará en vilo, emerge como mera bravuconería gubernamental, pues no hay que olvidar que fue Calderón quien desbarató al SME bajo el ardid de que se tenía que acabar con los excesos sindicales, y no tocó jamás al SNTE ni a los petroleros y otras organizaciones charras. Hoy que se va, patea sobre todo al pesebre “gordillista” sabiendo que no habrá consecuencias para él, ni para su partido que todo ha perdido.

Esta obediencia del Gobierno mexicano a los deseos “yanquis” no tiene más lógica que tener la aceptación y aprobación de quien ha metido las manos en todo lo que compete exclusivamente al pueblo mexicano. Cierto, hay una gran interdependencia comercial de importaciones y exportaciones (de las primeras, hasta del 70 por ciento), sin embargo, eso no significa hacer lo que digan los planificadores de la miseria global.

Pero ¿Por qué tanta urgencia de Calderón por hacer su última travesura? La respuesta está precisamente en cumplir las promesas a los dueños del dinero transnacional, en vez de hacerlo con los mexicanos, en darle todo tipo de facilidades a las transnacionales para saquear al país y sus recursos humanos con una semi-esclavista forma que nada tiene de moderna y si mucho de regresiva. Hay un apuro en no quedarle mal al capital, pero no en hacer justicia al interior, en seguir con una imagen falsa que sólo da seguridad a las grandes inversiones.

Precisamente el Banco Mundial en su Informe sobre el Desarrollo Mundial 2013: Empleos, como la OCDE, coinciden en señalar que los monopolios y los bajos salarios, debido a lo deprimidos de éstos últimos, es más atractivo ingresar a la economía informal que da más ingresos con absolutamente las mismas nulas prestaciones y con el agravante de que trabajarán más y serán despedidos en cualquier momento a través de un mensaje SMS.

Lo que viene precisamente es la degradación de las condiciones laborales para la mayor parte de quienes laboran en el sector formal, un consecuente crecimiento de la informalidad a límites espantosos y el triunfo de las transnacionales sobre las medianas y pequeñas empresas que serán reducidas. Es abierta la amenaza para el sistema productivo nacional de que puede colapsar al haber sólo merolicos en el Gobierno Federal que les da por repetir lo que no sirve y por hacerlo de forma parcial, va a agravar el desempleo y los problemas sociales en el mediano plazo.

Cuentas claras: Los esquemas outsourcing de la Reforma Laboral ya son añejos en Hidalgo a manos de... Las autoridades educativas, como sucede desde hace dos años en la Universidad Politécnica de Pachuca, donde los servicios de intendencia son subcontratados a través de empresas que manejan y cobran impunemente los propios directivos, como los contratos semestrales para tener subyugados a los trabajadores a quienes se les pagan groseros sueldos de tres mil pesos mensuales. Su situación ya era mala pero puede ser peor.

 

César Peña *

cesarpesa@hotmail.com

 

* Periodista, investigador y economista