EDITORIAL.

25 DE FEBRERO DEL 2016

Los liderazgos no aparecen como por “arte de magia”, estos se van dando de manera gradual, por eso aquellos que piensan que armar un líder es cosa sencilla, están equivocados, los líderes se forjan, se  horman, se van transformando todos los días, se van puliendo, por eso cuando vemos que un joven que apenas en su incursión en la política es reciente quiere imponer, está fuera de forma, para lograr hacerlo se debe ser líder de verdad, no de manera trampera y reptil, que es lo que sucede con Julio Soto, que cree que porque la ciudadanía le dio la oportunidad de gobernar Tulancingo ya es un líder consumado, pronto, muy pronto veremos a este joven inmaduro deambular por las calles solo, con mucho dinero, quizá sí, pero solo, sin amigos, con el rechazo general de una sociedad que nunca atendió y siempre humilló, es lamentable cómo Julio cree que la gente es tonta y que le puede dar “atole con el dedo” el caer de este joven de su pedestal va a ser muy duro y lo peor será que nadie estará a su lado para consolarlo, bueno quizá sí, su dinero...