CARECE DE CREDIBILIDAD...

El Partido del Trabajo defendió sus intereses como “gato boca arriba” y logró rescatar entre litigios y nuevas cuentas que le devolvieran el registro que perdió por no reunir el tres por ciento obligatorio de votación en las urnas.

Habrá otras entidades en  donde el PT realmente signifique una fuerza de izquierda y una opción electoral, cosa que en Hidalgo difícilmente alguien podría compartirlo, sobre todo cuando le restaron la figura central de su fortaleza que era Andrés Manuel López Obrador.

En Hidalgo, la franquicia perteneciente al sempiterno Arturo Aparicio Barrios perdió la posibilidad de albergar a los viejos luchadores de la izquierda hidalguense para convertirse en un mero negocio de prerrogativas y dietas, que casualmente siempre recayeron en este político.

La presencia de antiguos luchadores sociales en sus filas, daba certeza en algunos municipios en donde alcanzaron triunfos electorales en los ayuntamientos, sin embargo las cuotas de poder que tenían que entregar a la dirigencia estatal, minaba toda credibilidad y consistencia.

Sin un capital político cierto, el PT en Hidalgo dio muestra de su mediocridad electoral al no ayudar en mucho con sus porcentajes en la reciente elección. Justo ahora que necesitaban probar que al menos existían,  sólo alcanzó a juntar 18 mil 270 votos que representa el 2.05 por ciento de los votos alcanzados en la jornada electoral.

Su plataforma política e ideológica se encuentra enfocada para un sector de la población que es el más depauperado, pero resulta hasta ilógico que una de las zonas con mayor índice de pobreza como es la Huasteca hidalguense apenas haya aportado 2 mil 218 votos.

Sin duda, la formación de Morena como una opción para los militantes o creyentes de la izquierda mostró su fuerza al alcanzar el doble de votos en esa región, restando todo tipo de posibilidad al PT que se constituyó en una rémora del presupuesto al menos en Hidalgo.

La utilización del producto de las negociaciones que realizan los órganos electorales con los partidos políticos como una forma de tener condescendencia con todos y evitar conflictos, que hizo Aparicio Barrios, nos mostró que cuando no fue Diputado Local, era Regidor o hasta aviador de las alcaldías donde habían obtenido el triunfo.

Existen algunos sectores anidados de verdaderos luchadores que durante largos años han buscado fortalecer el PT y esos, siguen presentes en Apan por ejemplo, en donde hay un sentido de izquierda entre sus militantes y creen que una vez fuera Aparicio Barrios el PT logrará despuntar.

Su verdadera vocación de defensa de los trabajadores, tal como dicen sus spots de radio, fue letra muerta cuando despidió de manera injusta a sus propios empleados de partido y se negó por todos los medios liquidarlos conforme a derecho.

Esto fue una pequeña muestra en que se ha convertido este instituto político, quien finalmente fue obligado por las autoridades laborales y la opinión pública a través de los medios para que cubriera la liquidación legal de sus empleados de más de diez años de antigüedad.  


Ahora tiene un segundo aire, tiene otra posibilidad de cambiar su esquema que ha mantenido desde hace al menos una década, sin embargo hay que recordar aquel dicho de que “chango viejo no aprende maroma nueva”.