ALIANZA ESTRATÉGICA...

La negativa lanzada por dirigentes locales del Partido Acción Nacional (PAN) para formalizar un frente opositor con el PRD, pareció alejar de manera momentánea la posibilidad de alcanzar la alternancia política en Hidalgo con la postulación de un gobernador de filiación distinta al Revolucionario Institucional.

Sin embargo, esta postura de ninguna manera tiene la contundencia que ellos quisieran, sobre todo hacía el interior del blanquiazul, en donde las decisiones son tomadas de manera unilateral por un grupo de notables instalados en la ciudad de México, quienes cuidan el rumbo de ese instituto pese a quien le pese.

Estos dirigentes nacionales ya tomaron la decisión de coaligarse con las fuerzas opositoras al PRI en varios estados y mantienen reuniones de avenencia con sus pares para acordar los porcentajes de representatividad que buscan en cada una de estas alianzas. Hidalgo se encuentra en esos planes de coalición y así será.

Los dirigentes locales del PAN olvidaron que han perdido la presencia en prácticamente todo el Estado, incluyendo sus bastiones importantes como es Pachuca, Tulancingo y Huejutla, en donde los enfrentamientos de grupos internos han motivado un descrédito al trabajo de alcaldes emanados de sus filas.

La ausencia de un trabajo sistemático que les permita crecer está en el olvido, al igual que al interior del perredismo, quienes no ven con buenos ojos una posible alianza, sin embargo nada hacen para acrecentar la fuerza o presencia del partido del Sol Azteca en la entidad.

Prácticamente en todo el Estado han existido gobernantes emanados del PRD y los electos algunas veces han terminado en la cárcel, sin embargo estos triunfos han permitido que los pueblos se concienticen sobre el peso que tiene su voto.

Ante el panorama venidero del 2016, por necesidad deberán ir de la mano ambos partidos políticos para enfrentar esta elección sui generis, que por sus características será la única posibilidad de alcanzar un triunfo o bien, esperar más de una década para alcanzar otra ola de inconformidad y tirar al PRI de la gubernatura.

Una ola opositora bien se podrá orquestar con este bloque al que están llamando Isidro Pedraza, José Guadarrama Márquez, Erick Marte, cada quien por su lado pero con la misma intención.

Aun cuando ninguno de ellos fuera colocado como candidato del frente, bien podría alcanzar el triunfo siempre y cuando las diferencias internas de los partidos políticos sean limados con antelación.

Por necesidad, urgen las alianzas del PRD, PAN y Morena para alcanzar el triunfo que les fue negado hace cinco años y medio por un porcentaje mínimo ante el candidato del priismo Francisco Olvera.

En ese entonces, Xóchitl Gálvez con su presencia nacional y desenfado, logró cautivar el ánimo opositor de Hidalgo y acercó el triunfo lo más posible a la oposición, luego de haber luchado en contra de panistas, perredistas y demás.

Este tipo de figuras fuertes hasta el momento no se observan dentro del panismo y mucho menos del perredismo, circunstancia que obligan a dedicarse con mayor ahínco a una alianza ganadora, que logre capitalizar el malestar ciudadano de gobiernos inútiles y demasiado caros para la sociedad hidalguense.